Partido Popular

El PP ve el TC "debilitado" por "los efectos del sanchismo" y censura que el vicepresidente no sea conservador

Los conservadores emiten un comunicado en el que siembran dudas sobre la profesionalidad de los magistrados

Sánchez y Feijóo, en el Senado.

Sánchez y Feijóo, en el Senado. / José Luis Roca

Pilar Santos

El PP se ha tomado su tiempo para emitir oficialmente su opinión sobre la elección del nuevo presidente del Tribunal Constitucional (TC), el progresista Cándido Conde-Pumpido, y ha medido sus palabras para no cargar las tintas sobre él directamente. En un comunicado, el partido liderado por Alberto Núñez Feijóo señala al TC como "una institución también debilitada por los efectos del sanchismo" y siembra las dudas sobre la profesionalidad de sus miembros al decir que entiende que "entre la opinión pública puedan suscitarse dudas acerca de su independencia". Los magistrados tienen pendientes deliberaciones de importante calado político como el recurso contra la ley del aborto y de la ley de eutanasia.

Los conservadores esperan que esta institución "pueda blindar su actuación ordinaria de la voracidad institucional demostrada por el Gobierno a lo largo de la legislatura colocando a dedo a militantes y simpatizantes socialistas al frente de instituciones". Los dirigentes del PP han mostrado en numerosas ocasiones su rechazo a que Lola Delgado, exministra de Justicia, fuera nombrada fiscal general, o José Félix Tezanos sea el presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Esos dos nombres, y también los dos de los magistrados elegidos recientemente por el Gobierno para el TC (Juan Carlos Campo, exministro, y Laura Díez, exdirectora de Asuntos Constitucionales en la Moncloa), merman, en opinión del PP, la "credibilidad" de las instituciones y devalúan "de forma injusta el impecable trabajo de cientos de servidores públicos que desempeñan cada día su labor en estos organismos guiados por el más escrupuloso respeto a la ley, la vocación de servicio público y la más exigente profesionalidad en el ejercicio de sus funciones".

Tradición reciente

En la nota, los conservadores también censuran que los magistrados no hayan querido dejar la plaza de vicepresidencia para un conservador, saltándose "consensos respetados hasta ahora por los gobiernos de diferente signo político anteriores a este". Fuentes del tribunal apuntaban estos días que la decisión de que la sensibilidad de ese cargo fuera de signo contrario al del presidente se ha aplicado cuando ha habido "acuerdo" entre todos los magistrados, algo que no se ha dado ahora, y negaban que se tratara de una tradición como tal, informa Ángeles Vázquez. Lo empezó a hacer el progresista Pascual Sala cuando presidió el TC en el 2011.