Crisis en Castilla y León

Mañueco deja a Gallardo en el alero tras la crisis del aborto: "Se acabó forzar la máquina"

El presidente de Castilla y León trata de zanjar la polémica, pero toma nota de lo ocurrido con García-Gallardo | La crisis abierta por el plan antiabortista puede tener réplicas: "Si sigue forzando la máquina, él sabrá. Tendrá poco futuro en el Gobierno", aseguran en el entorno de Mañueco

El vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo (d), y el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (i), en la sede de Las Cortes.

El vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo (d), y el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (i), en la sede de Las Cortes. / EP

Paloma Esteban

“El presidente ha tomado nota”. La crisis desatada en el Gobierno de Castilla y León por el plan antiabortista que desgranó el vicepresidente de esa comunidad y de Vox, Juan García-Gallardo, hace días sin que estuviera consensuado con el partido mayoritario ha dejado flecos abiertos que está por ver cómo se resuelven. Alfonso Fernández Mañueco trató de acabar con la polémica este lunes con una declaración institucional en la que confirmó que no se ha actualizado ningún protocolo para mujeres que deciden interrumpir su embarazo.

Esto está zanjado. No hay nada de eso ni lo va a haber”, rematan en el entorno del presidente, sin esconder el fuerte malestar que Mañueco siente con su número dos. El cabreo tiene varios motivos: la polémica generada que ha dado oxígeno al Gobierno central y “el gol” que Vox le ha metido al PP, como asumen dirigentes populares de Castilla y León, y también de la dirección nacional. 

Lo que está claro es que el vicepresidente ganó foco y, sobre todo, metió en un lío al Gobierno autonómico del que Mañueco ha tardado en salir casi cinco días y que ha supuesto un choque frontal con el Ejecutivo central, que incluso anunció un requerimiento formal para que Castilla y León detuviera el plan.

La cuestión, más allá de las implicaciones nacionales, es que el presidente no esconde su hartazgo, por lo que ve “meteduras de pata” de Gallardo. Y en su entorno, insisten: “Si sigue forzando la máquina, él sabrá. Le auguramos poco futuro dentro del Gobierno”.

Según explican distintas fuentes, el Consejo de Gobierno autonómico no aprobó ese plan el pasado jueves en los términos que dijo el vicepresidente. De hecho, en el núcleo duro de Mañueco afirman que las medidas que se abordaron en la reunión estaban destinadas al fomento de la natalidad y a dar apoyo a las mujeres embarazadas, y no en concreto a las que desean interrumpir su embarazo como dijo Gallardo en repetidas ocasiones durante su comparecencia pública. 

“Le dio la vuelta al plan. Utilizó esas medidas para hacer énfasis en su ideología. En ningún momento hablamos de medidas provida ni de nada que tuviera que ver con el aborto”, insisten en el PP de Castilla y León. Tampoco será obligatorio para los médicos ofrecer esas medidas como escuchar el latido del feto o realizar una ecografía 4D.

La ecografía, de hecho, forma parte de la ampliación de prestaciones que sí dijo Mañueco para todas las mujeres embarazadas y que hasta el momento no formaban parte de la cartera básica. De ahí que haya medidas que sí estén incluidas en el plan, pero que no forman parte de un protocolo destinado a evitar abortos como tal, aseguran en el PP.

Gallardo, señalado

El asunto no es menor y, por eso, todas las miradas se dirigen a Gallardo. Incluso Santiago Abascal aseguró un día después del anuncio del vicepresidente que “realmente obligatorio no había nada”. En el PP muestran una cierta sorpresa ante lo que consideran “vaivenes constantes” de Gallardo.

En todo caso, y ante el revuelo generado, los populares no ven viable que se rompa la coalición autonómica, ni tampoco está encima de la mesa un adelanto electoral. Cosa distinta es la figura de Gallardo, que para el PP “ha quedado muy tocada”. 

A pesar de los quebraderos de cabeza que en distintas ocasiones ha provocado Vox dentro del PP castellanoleonés, en el entorno de Mañueco se esfuerzan por resaltar que el Gobierno “funciona razonablemente bien”, y que si no fuera por los “exabruptos” de algunos dirigentes y muy especialmente del vicepresidente (ya hubo otra polémica sobre la supuesta “banalización del sexo”, cuando Gallardo dijo que “a veces se olvida que el fin del sexo es la procreación”, siempre dentro de su agenda antiaborto) no habría polémicas tan profundas como estas.

Génova celebra la rectificación

En la dirección nacional estaban pendientes de la resolución de la crisis. La realidad es que cuando saltó la polémica a finales de la semana pasada, Génova optó por ponerse de perfil y esperar a que todo se clarificara. El portavoz de la campaña electoral, Borja Sémper, sí quiso insistir en que el PP no defendería nunca el recorte de derechos y libertades de las mujeres embarazadas, en una clara pretensión de tomar distancia de Vox. 

El acto del sábado en Zaragoza en el que el PP presentaba a sus candidatos autonómicos quedó empañado por la crisis de Castilla y León. Y este lunes en Génova no escondían su satisfacción al ver “zanjado el asunto” con “una declaración muy tajante de Mañueco” en la que hubo un cambio de postura. En el entorno de Alberto Núñez Feijóo consideran positivo que las posturas de los gobiernos autonómicos evolucionen en lo que realmente ha sido una rectificación evidente.