Cada uno con la mirada hacia su campo electoral, Pere Aragonès y Salvador Illa, aun bajo la resaca del pacto de presupuestos de la semana pasada, unieron discurso contra los respectivos críticos. El ‘president’ se las tuvo con la CUP y Junts, el socialista con Ciudadanos y el PP. A todos ellos, ambos líderes les dirigieron el mismo mensaje: “La misión de este Parlament es mejorar y facilitar la vida de los ciudadanos”.

El propio desarrollo establecido de la sesión de control al 'president’, en el que todos los grupos parlamentarios, de menor a mayor, dirigen sus preguntas al jefe del Executiu, hizo que el primero que recibiera los ataques fuera Illa, desde las bancadas del PP y de Ciudadanos. Ante la imposibilidad de un turno de réplica del socialista fue de hecho Aragonès el que respondió a ambos grupos.

Alejandro Fernández y Carlos Carrizosa trataron de fijar al PSC en el campo de los partidos independentistas, en clara intención electoral, especialmente del portavoz del partido naranja, por drenar la hemorragia de votos que en las últimas contiendas se van desde su partido al PSC. Aragonès les afeó que vivieran “en la burbuja mediática y política” cuando de lo que se trata es “del día a día de la gente”.

Tras el intervalo habitual de la extrema derecha, con la no menos habitual llamada al orden por su discurso xenófobo y difamatorio, los ataques al pacto por las cuentas se dispararon desde las bancadas independentistas.

Primero la CUP, vía Laia Estrada, que renegó de un pacto que cuente con el aval de la patronal catalana y lanzó acusaciones de “privatización” de los servicios públicos. “Ustedes no quieren el Hard Rock Café ni la ampliación del aeropuerto, pero si a la hora de la verdad los aceptan, ¿qué les diferencia de la ‘sociovergència’? clamó la anticapitalista. El portavoz de Junts, Albert Batet, por su parte, le señaló a Aragonès que “reviviendo tripartitos autonómicos con el PSC y los Comuns” no se camina hacia la independencia.

A los anticapitalistas, Aragonès les negó sus afirmaciones. “ustedes hablan de partidos y yo, de personas. No son estos los presupuestos de las rentas altas”, como aseveró Estrada “y no privatizan nada, al revés, se podrá proceder a la mayor consolidación de plazas públicas en educación desde hace años”.

Y a Batet le repuso que “escapando de sus responsabilidades, saliendo del Govern y pactando con la oposición que tanto demonizan contra este Govern tampoco se avanza hacia la independencia”. Con todo, volvió a dejar el guante para una próxima colaboración, aunque parezca complicado. “Queda trabajo por hacer. Ustedes [por Junts] deben decidir si quieren asistir desde la barrera a este trabajo o si se quieren implicar”.

Las intervenciones entre los Comuns y Aragonès fueron de guante blanco. Jéssica Albiach quiso desmentir cualquier rumor que pudiera situar a su fuerza en el Govern y le centró un balón medido al ‘president’ para que este pudiera cargar las tintas contra el Gobierno de Pedro Sánchez por la manera (lenta) en que se gestionan los fondos europeos Next Generation.

La última intervención fue la de Illa. Tras haber batallado como quien dice juntos contra sus respectivos críticos ambos se saludaron sin más complicidad que el mero respeto.