Todo se ha enredado alrededor del nombre de Ramón Tamames. Hace una semana trascendió que el exdirigente del PCE, economista y político clave de la Transición era el elegido por Vox para encabezar la moción de censura contra Pedro Sánchez. Santiago Abascal estaba empeñado en encontrar un candidato independiente que no perteneciera al partido y representara un rechazo mucho más amplio al Gobierno de PSOE y Unidas Podemos. La búsqueda comenzó dos meses atrás y en las próximas horas está previsto que se deshoje la margarita. Pero nada está claro.

En distintas entrevistas a medios de comunicación Tamames ha deslizado la idea de que tiene la decisión tomada. Son los dirigentes de Vox los que vienen echando el freno repitiendo “que no está confirmado aún”. La sensación en este momento es que la moción de censura puede ser una moneda al aire: Vox la impulsó pero no tiene certezas de que vaya a salirle bien. Entre otras cosas, reconocen en el partido, porque no controlan al candidato. En la noche de este martes, en el canal 24 horas de TVE, Tamames aseguró en otra de sus intervenciones que en realidad "no le propone Vox a la moción", sino "diputados, una parte de la soberanía nacional" que no es lo mismo que el partido de Abascal.

La realidad es que cuando el líder ultra comenzó sus contactos con el economista, ni estaba prevista esa sobreexposición mediática, ni que entrara en tantos debates y detalles como está haciendo. Tamames ha comunicado a Vox que su intención es elaborar el discurso de la moción de censura (donde se tiene que incluir un programa de gobierno) por sí mismo y que no espera contar con la aprobación de Abascal como tal. En Vox entienden que lo razonable es una cierta coordinación y de ahí el encuentro previsto para este miércoles. 

Incluso los dirigentes de Vox que defienden “la idoneidad” del candidato (a pesar de las chanzas que se han hecho en los últimos días, especialmente por haber terminado vinculándose al partido ultra e incluso su avanzada edad, —“es un esperpento”, “se ha ido de las manos” decían en los partidos rivales— ) mostraron dudas hasta este mismo martes sobre que finalmente vaya a ser él quien protagonice la moción. Algunos cargos de la dirección del partido aseguraban incluso que “tienen un plan b” y que “no está descartado ningún escenario”.

La cena con Feijóo

El PP, a diferencia de lo que ocurrió en la anterior moción, aún con Pablo Casado al frente, se sacudió la presión de su competidor por la derecha desde el primer momento. Cuando Abascal anunció la moción el pasado diciembre, en Génova respondieron rápidamente: abstención. Pero, de manera inesperada, Alberto Núñez Feijóo se vio envuelto con el nombre de Tamames porque el economista reveló en una entrevista en ‘Espejo Publico’ que había invitado al líder del PP a cenar a su casa junto a otros académicos y catedráticos que pertenecen a la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. 

En esa cena, según ha podido saber este diario, Tamames planteó a Feijóo su convicción de que había que impulsar una moción de censura contra Sánchez. El dirigente gallego explicó los motivos por los que él no lo veía y otros asistentes que también tomaron la palabra se alinearon con él alegando los mismos motivos. El principal: que solo reforzaría a Sánchez y su Gobierno. En Génova aseguran, además, que ese encuentro se celebró hace unas semanas y que Feijóo desconocía que Tamames fuera a ser propuesto por Vox para la moción. 

Fue Abascal quien la semana pasada escribió en su cuenta de Twitter: “Esta mañana me he reunido con Ramón Tamames. No es la primera vez. Coincidimos en que la situación de España requiere una profunda reflexión de los representantes de la soberanía nacional. Esa reflexión podría articularse mediante la moción de censura prevista en el artículo 113 de la Constitución. Hemos quedado en seguir con las conversaciones”.

En el partido ultra también hay distintas opiniones, pero el punto de partida siempre ha sido la de un candidato de consenso que no fuera señalado como parte de Vox. Los que defienden la idea insisten en que es el economista vivo más importante de España, que su cabeza es “sorprendente, “es un sabio” insisten, y que desde la tribuna podría “dar una lección magistral”. Eso es lo que pretenden con la elección. A renglón seguido, añaden: “Si es que se confirma”.

En Vox evitan entrar en la polémica generada por cómo han ideado la moción: sin un calendario, sin candidato durante casi 60 días y sin dar una sensación de control. Una vez que ya quedó anunciada la iniciativa, parecía muy difícil dar marcha atrás. Como publicó este diario, el partido no descartaba que fuera Abascal quien la defendiera en caso de no dar con un independiente. Era la última opción, pero lo que no cabía, admitían, era no defender ya la moción contra Sánchez y los suyos.