Reforma del Código Penal

ERC saca pecho de la negociación con el PSOE, a pesar de no poder “cambiar la justicia”

El candidato de los republicanos, Ernest Maragall, acusa Junts de "apropiación indebida" de las ciudades y de hacer una política de "caciquismo total"

Oriol Junqueras.

Oriol Junqueras. / MARC PUIG

Carlota Camps

Ha sido una semana de batacazos judiciales para ERC, pero lejos de verlo como un fracaso, los republicanos sacan pecho de su trabajo en Madrid y de la negociación con el PSOE. Primer fue la revisión del Tribunal Supremo a la sentencia del 1-O y que confirmaba la inhabilitación de Oriol Junqueras hasta 2031, y este viernes

 por la organización del 1-O: hasta 7 años de inhabilitación y 32 de inhabilitación. “No poder cambiar el poder judicial español, no podemos cambiar a Marchena, solo aspiramos a ponérselo más difícil”, ha reconocido el alcaldable por Santa Coloma de Gramenet y portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, en un acto de precampaña este fin de semana en Barcelona.

Los republicanos han conseguido derogar la sedición y reformar la malversación, los dos delitos por los que fueron condenados los líderes del referéndum, pero no han podido evitar que el alto tribunal y el ministerio fiscal sigan considerando que el 1-O fue delito. Aún así, Rufián ha asegurado que a partir de ahora ya “nunca más se podrá comparar un referéndum con la Gürtel”. También se ha mostrado orgulloso de los indultos a los líderes del 'procés', asegurando que gracias a la negociación de su partido "nueve personas duermen en su casa y no en una celda". También en la misma línea se ha expresado el presidente del partido, Oriol Junqueras, que ha pedido un gran aplauso para Juvé, Salvadó y también para la actual consellera Natàlia Garriga, a quien le piden un años de inhabilitación y 18.000 euros de multa por el mismo caso. "Sin ellos este país no saldrá adelante", ha espetado.

En el acto, celebrado en el Orfeó Martinenc, también ha participado el candidato de los republicanos en Barcelona, Ernest Maragall, que ha aprovechado para atacar a sus contrincantes de Junts. Maragall ha acusado a los posconvergentes de “apropiación indebida” de las ciudades y de aplicar política y estrategias de “caciquismo total”. Un discurso sustancialmente diferente al que tuvo durante la campaña de 2019, donde directamente se obviaba a este partido. El cambio se explica por la entrada con fuerza de Xavier Trias en el tablero de juego, que ha dejado tocada la estrategia de los republicanos en la capital catalana. Aún no está claro quién acompañará Ernest Maragall en la lista del 28 de mayo, pero los republicanos tienen claro que habrá que rediseñarla para dar un golpe de efecto y revertir el fuelle perdido en las encuestas.

En clave municipal, Junqueras ha querido poner el foco en el área metropolitana y en los socialistas, y ha negado que el conocido como 'cinturón rojo' les pertenezca. El líder de los republicanos ha dicho sentirse "legítimamente heredero" de la historia de estas zonas trabajadoras. "El nombre de cinturón rojo nació mucho antes que el PSC ganara. Cuando fue bautizado así ganaba el PSUC. El cinturón rojo, afortunadamente, no pertenece a los socialistas", ha espetado. Ganar terreno en esta zona es de hecho uno de los objetivos electorales de los republicanos de los últimos años y es donde quieren poner más el foco de cara a las elecciones de mayo. Junqueras también ha reivindicado el legado de Pasqual Maragall y ha asegurado que los votante de ERC lo valoran mejor que su "propio partido", en referencia al PSC.