DEL ABORTO A LA 'LEY TRANS'

El PP se lanza a por las batallas sociales al ver trasvase directo de voto socialista

En Génova admiten que hay "un nicho de votantes" en el centro izquierda que puede apoyar al PP con su giro en la ley del aborto, la propuesta del 'sólo sí es sí' y una 'ley trans' más edulcorada

Elías Bendodo, Alberto Núñez Feijóo y Cuca Gamarra, antes de un Comité Ejecutivo Nacional del PP.

Elías Bendodo, Alberto Núñez Feijóo y Cuca Gamarra, antes de un Comité Ejecutivo Nacional del PP. / EP

Paloma Esteban

En solo unos días el PP ha defendido con rotundidad la ley del aborto (conocida como ley de plazos) enfrentándose a los referentes más conservadores del partido y a la inquietud que despertaba en algunos territorios. Y también ha asegurado que si Alberto Núñez Feijóo llega a la Moncloa impulsará una nueva ley Trans en los primeros cien días de Gobierno que corregirá las "barbaridades jurídicas" de la actual, pero que defenderá los derechos del colectivo. A esto se suma la propuesta para reformar la ley del ‘sólo sí es sí’ (que simplemente pide volver a las penas máximas del Código Penal como hace ahora el PSOE, sin tocar nada relativo al consentimiento) evidenciando el interés que los populares tienen por hacerse con banderas sociales y feministas que constituyen la agenda estrella de la coalición.

Según explican fuentes de Génova, “la capacidad de captar voto de centro izquierda moderado, del votante dual (que pudieron votar a Pedro Sánchez y ahora lo harían a Feijóo) va en aumento”. Y tiene mucho que ver con la decepción que esos votantes encuentran en decisiones legislativas de este Gobierno, culpando al PSOE de transigir con “chapuzas y barbaridades legislativas” de Unidas Podemos. “Son leyes que el PSOE no habría adoptado de manera unilateral”, como han dejado claro, dicen, colectivos feministas reconocidos o dirigentes de peso como Carmen Calvo (que volvió a abstenerse en el Congreso la semana pasada con la ‘ley trans’).

En el PP aseguran que esa ley, igual que la del ‘sólo sí es sí’ o la postura del aborto “les permite trascender el bloque puramente ideológico del centro derecha” y acercarse a otros votantes que podrían inclinarse ahora por Feijóo. En realidad, se trata de la hoja de ruta que el dirigente gallego puso en marcha hace meses con el objetivo de captar en torno a un millón de votantes socialistas que le permita tener una amplia mayoría para gobernar. Esas decisiones, de hecho, chocan a menudo con algunos de sus territorios o incluso con el Gobierno de coalición de Castilla y León que el PP comparte con Vox. 

La realidad es que la estrategia de Feijóo va por un camino que a veces no coincide con el que tienen otros destacados líderes de su partido. Y lo que ha quedado claro es que Génova no cambiará el rumbo. De ahí, la necesidad, reconocen sus más estrechos colaboradores, de evitar a toda costa nuevos gobiernos con Vox a partir de las elecciones de mayo. Mientras tanto, el líder nacional seguirá avanzando en banderas sociales que hasta el momento “parecían patrimonio exclusivo del PSOE”.

Lo dirá claro en su cara a cara con Sánchez este martes en el Senado, recordando que la ley del ‘sólo sí es sí’ no se ha cambiado aún porque el PSOE “sigue eligiendo a Irene Montero y a Podemos” en vez de apoyarse en el PP. En Génova reconocen que “hay un nicho de votantes” a los que les afecta estas posiciones de los populares para plantearse cambiar su voto a la papeleta de Feijóo. 

Una parte de esos votantes es estrictamente femenino, admiten, al ser más sensible a esta temática. Pero aseguran también hay voto de hombres, que consideran relevante la agenda feminista y no comprenden las posiciones del Gobierno en asuntos como la ley del ‘sólo sí es sí’. “Hay muchos padres que también están escandalizados por la rebaja de penas a agresores sexuales”, afirman. Y ese trasvase también está encima de la mesa.

En el PP destinan buena parte de sus recursos del área demoscópica (que dirige casi en exclusiva el coordinador general, Elías Bendodo) al análisis cualitativo de los datos que arrojan las encuestas. En la transferencia de votos del PSOE al PP hay muchos motivos y eso es lo que Génova está mirando día a día. Desde diciembre hasta este mes de febrero dos empresas demoscópicas distintas reflejan, según dicen en el equipo de Feijóo, que un 11% de los electores que votaron a Sánchez se irían ahora con Feijóo.

Es ese porcentaje en el que el PP cree que se lo juega todo: un éxito suficientemente rotundo como para no depender de otros partidos para gobernar. En el comité de dirección de este lunes Bendodo explicó al resto de miembros del equipo que dirige la estrategia del PP varios aspectos sobre las encuestas más recientes, incluida la transferencia de voto, como se ve en una de las imágenes distribuidas por Génova. La intención no era menor, como tampoco lo es el mensaje de que el PP va a por ese votante. 

En el entorno de Feijóo destacan además un dato que para ellos es clave: que su líder provoca menos rechazo entre los propios votantes socialistas que el que consigue Sánchez entre los electores conservadores. El último CIS de este mes de febrero también lo acredita. Entre los encuestados que aseguran haber votado al PSOE, casi un 6% admite que preferiría a Feijóo como presidente del Gobierno (sólo un 0,6% de los votantes del PP dicen eso mismo sobre Sánchez). También entre los electores de Vox Feijóo cuenta con apoyo para llegar a la Moncloa: más del 18% de los que votaron a Abascal afirman querer al dirigente gallego como jefe del Ejecutivo.