España "está convencida de la centralidad absoluta de las Naciones Unidas" en la resolución del conflicto del Sáhara Occidental. "No confundamos el papel de España y el de la ONUEs Naciones Unidas la que tiene que poner la solución encima de la mesa. España lo que tiene que hacer es apoyar en todo lo que pueda", ha dicho el ministro de Exteriores, José Manuel Albares. El jefe de la diplomacia española ha comparecido en el Senado para explicar el resultado de la cumbre de alto nivel con Marruecos, y ha puesto el foco reiteradamente en el papel de la ONU, ante las críticas de la oposición por el "giro" de España desde la posición tradicional de neutralidad a considerar la propuesta autonomista de Marruecos como "la base más seria, creíble y realista" para solucionar el futuro de la excolonia española. Así la definió Pedro Sánchez en una carta al rey Mohamed VI hecha pública por Marruecos hace un año. Una posición reiterada en la Reunión de Alto Nivel de Rabat el pasado 1 y 2 de febrero, en la que Pedro Sánchez calificaba como "la base más seria" la solución de Rabat de convertir al Sáhara en una autonomía dentro del país.

Albares ha tenido que enfrentarse este martes a la críticas unánimes de todos los grupos presentes (con la excepción del socialista) sobre la gestión del conflicto en el Sáhara Occidental y el cambio en la política española. La pregunta más repetida ha sido "¿para qué ha servido?". Se la han hecho los representantes del Partido Popular, de Más Madrid, o de los grupos catalanes o canarios.

"¿Qué hemos conseguido? Una Reunión de Alto Nivel llena de agravios, con un rey Mohamed VI que le ha dado plantón", ha dicho la senadora del PP Pilar Rojo Noguera, que ha asegurado que su partido ha solicitado el detalle de los acuerdos firmados con Marruecos, que no han sido hechos públicos. "¿Tiene legitimidad para aprobar, por muy ministro que sea, acuerdos que violan la ley [internacional]?" le ha increpado Pablo Gómez Perpinyà, senador por Más Madrid. "¿Respeta el Gobierno de España el derecho a la libre determinación del pueblo saharaui?", ha preguntado en dos ocasiones, sin obtener respuesta del ministro.

"Hay que terminar con el mantra del 'giro histórico'", ha dicho a este respecto Albares. "España está con Naciones Unidas, al lado de Naciones Unidas y detrás de Naciones Unidas", ha insistido, recordando que eso mismo se lo ha dicho al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en una reunión el pasado miércoles; y a su enviado especial para el Sáhara, Staffan de Mistura, el pasado sábado. "Contarán con nuestro apoyo para desencallar un conflicto que lleva más de medio siglo", ha enfatizado el ministro de Exteriores. "Es demasiado tiempo sin solución".

Naciones Unidas tiene una misión específica para lograr un referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui, la Minurso. Lleva décadas sin conseguir un acuerdo, y varios diplomáticos de alto nivel han dimitido tras fracasar en su intento de que se lleve a cabo. Uno de los problemas fundamentales es la elaboración de un censo de votación. El Frente Polisario pide que sean los saharauis, tanto los que viven en la zona controlada por Marruecos como los que se encuentran en los campos de refugiados en Argelia. Marruecos quiere que también voten los marroquíes que viven en la región del Sáhara (que el Frente Polisario califica de "colonos"). El Sáhara fue ocupado por Marruecos con la "marcha verde" ordenada por el entonces rey alauita, Hasán II, a la excolonia española en 1975. Además del censo , otra de las cuestiones es qué se votaría en ese referéndum. Podría ser la independencia del Sáhara, pero también la autonomía dentro de Marruecos, señalan los expertos.

Aperturas de aduanas

El ministro de Asuntos Exteriores se ha defendido de las críticas de la oposición alegando que la mejora de las relaciones diplomáticas con Marruecos ha beneficiado a Canarias, Andalucía y Ceuta y Melilla. Ha dicho que la buena relación con el vecino con el que se comparten fronteras terrestres es una "política de Estado" en la que la oposición debería acompañar al Gobierno. Marruecos cerró unilateralmente la aduana de Melilla en 2018. Ahora se ha comprometido a reabrirla y a crear una nueva en Ceuta, donde hasta ahora no existía.

Ha puesto el foco en la "apertura ordenada y gradual de las aduanas de Ceuta y Melilla" que se ha iniciado con Marruecos y que lo que busca es crear "una zona de prosperidad compartida a través de un flujo legal y controlado de bienes a ambos lados de la frontera". El calendario de apertura, que le han pedido los senadores de los distintos grupos del Congreso, dice que no se hace público para evitar que la noche anterior se congregue una multitud. Según el ministro, es "resultado de un trabajo diplomático discreto, paciente" y "no acorde con los tiempos de Twitter", para evitar escenas del pasado y consolidar una frontera del siglo XXI entre dos países que por tener una frontera terrestre deben tener las mejores relaciones de vecindad".