El PSOE no quiere que un exceso de confianza le cueste la alcaldía de Sevilla, la ciudad más importante que gobiernan en la actualidad. La preocupación está en la desmovilización de los barrios más cercanos a los socialistas, donde la abstención fue mucho más elevada en las últimas autonómicas del pasado junio. El ruido y la desafección política se ceban con zonas más obreras, en agrupaciones que tradicionalmente han brindado al PSOE su victoria en la capital de Andalucía.

El ayuntamiento hispalense es todo un símbolo. El PSOE sabe que si el PP gobierna en esta ciudad la lectura de su derrota será mucho mayor. Además Pedro Sánchez ya ha asumido que Andalucía es vital para mantenerse en el poder tras las próximas generales. Tiene que frenar la debacle en esta comunidad, remontar en estas municipales respecto a a las autonómicas de junio y no seguir horadando su suelo.

El PSOE tiene en Sevilla 2500 militantes en 11 agrupaciones socialistas. Si hasta hace unos años el PSOE andaluz era el corazón del partido en España, Sevilla era quien hacía latir ese corazón. Un partido fuerte que se ha visto afectado por las últimas derrotas y por las crisis internas del partido, desde las primarias de Susana Díaz con Pedro Sánchez a las que después enfrentaron a la expresidenta andaluza con el actual secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas. Los socialistas no consiguieron en las autonómicas que sus militantes se tensionaran como otras veces y la actitud de brazos caídos de muchos dirigentes locales no ayudaron a una campaña con todo en contra y cuesta arriba.

Una plaza muy reñida

Las encuestas no están tan claras para el PSOE aunque sus dirigentes aseguran que el resultado será mucho mejor que el que señalan esos sondeos. Ahora mismo la pelea con el PP en Sevilla estaría en un solo concejal y la alcaldía muy abierta, dicen las encuestas. En las elecciones de 2019, el PSOE obtuvo 13 ediles, 8 el PP, 4 Adelante Andalucía, 4 Cs y 2 Vox.

Los socialistas consideran que tienen un "muy buen candidato" con "una diferencia abismal", sostienen, con el candidato del PP, José Luis Sanz. Sin embargo, Muñoz accedió a la alcaldía hace solo un año y su índice de conocimiento es bajo. Además el PP tiene una marca al alza, empujada por el llamado 'efecto Moreno', en alusión al presidente de la Junta de Andalucía por mayoría absoluta, Juan Manuel Moreno.

La marca Muñoz es mejor, a juicio de los socialistas, aunque al alcalde le ha faltado tiempo, pero la marca PSOE está en baja forma. "Cuanto más tiempo dure Muñoz como alcalde, mejor", avisan. De hecho el regidor hispalense no ha presentado aún cartel de campaña y pisa el acelerado en su actividad institucional, en sus visitas a los barrios, pero lejos todavía de la liturgia propiamente electoral.

Madrid no quita ojo

Ferraz vigila muy de cerca cada paso que se da en Sevilla. De hecho, Pedro Sánchez valora arrancar la campaña de las municipales en la ciudad andaluza o en Barcelona, dos de los ayuntamientos más importantes para los socialistas por motivos diferentes. Desde el PSOE advierten de que enfrentan una campaña "con la que hay que tener cuidado" y sobre todo llaman a no confiarse. Aseguran que la organización en Sevilla es "muy grande y muy potente" pero capaz de dejarse arrastrar tanto por el pesimismo como por la euforia. "Ni depresión electoral ni dar nada por ganado antes de empezar el proceso", avisan los socialistas en Sevilla.

El PSOE trabaja en un gran plan de barrios que implique a las zonas más desfavorecidas de la ciudad en el proyecto del alcalde, más allá de lo que han sido principalmente sus bazas: grandes proyectos, grandes infraestructuras y grandes inversiones, todo con el respaldo del Gobierno de la nación. Sevilla, aglutina, según el INE, tres de los diez barrios más pobres de España. Más allá de la Agencia Espacial, la línea 3 del metro o un cifra de inversiones similar a la que Sevilla tuvo en la Expo'92, los socialistas saben que deben impulsar acciones más pegadas a la realidad de barrios alejados del centro de la ciudad, donde habitan buena parte de la población y además, buena parte de los votantes del PSOE. Zonas obreras como Pino Montano, Cerro-Amate, San Jerónimo, Miraflores, Alcosa, Torreblanca o Bellavista aglutinan el grueso del voto socialista frente a Casco Histórico, Triana, Los Remedios o Nervión, claramente inclinadas hacia el PP. "La tensión electoral nos viene bien", dicen en el equipo del alcalde.

Unidad en la izquierda

El PSOE respira aliviado porque, al margen del partido de Teresa Rodríguez, Adelante Andalucía, que no creen que en Sevilla alcance el 5% necesario para tener representación municipal, el resto de la izquierda (Podemos, IU, Más País) va unida. Eso es una garantía, admiten, para la suma posterior que el PP tendría que sellar con Vox. Los socialistas tampoco renuncian, avisan, a absorber parte del voto de Cs. El candidado popular, José Luis Sanz, ha fichado para sus listas a Álvaro Pimentel, que fue candidato naranja. El PSOE advierte de que los últimos presupuestos municipales se han sacado con Cs y que la imagen de moderación de Muñoz les permite aspirar a parte de esos votantes que se decantaron por la opción de centro liberal. En las autonómicas, todo el voto de Cs se fue al PP.

Los socialistas se anotan además entre sus fortalezas las debilidades del PP de Sevilla, un partido que no está tan cohesionado con el resto de la formación en Andalucía, que sufrió como ninguna otra provincia los tirones en la etapa de Pablo Casado y que arrastra además la desconfianza de una militancia que se disgusta por la fortaleza de Málaga en el organigrama de la Junta de Moreno. "El PP sevillano no está tan bien como el PP andaluz", sostienen.

Tensiones con las listas

Desde luego que tampoco el PSOE sevillano está en su mejor momento de forma. Ni de lejos. El vapuleo de las autonómicas lo evidenció y la elaboración de las listas electorales a la capital ha sido un trabajo laborioso y tenso, con sus desavenencias. La más importante se ha exhibido en la salida de Juan Manuel Flores, teniente de alcalde y delegado de Hábitat Urbano y Cohesión Social. Un hombre clave para el alcalde que fue relegado al puesto 13 de la lista electoral y que finalmente decidió dar un paso a un lado. El alcalde reclamó un lugar más destacado para Flores pero el partido no atendió su solicitud.

El PSOE de Sevilla, un partido de tribus donde las agrupaciones mandan mucho, explicó que a Flores "no lo querían en su agrupación", Cerro-Amate. "En la elaboración de las listas el alcalde actúa como el entrenador y el secretario general del PSOE de Sevilla como un director deportivo. El entrenador puede pedir dos delanteros derechos pero el director deportivo debe saber componer el equipo para ganar", explican fuentes del partido. Evidentemente, avisan, para ganar, los once secretarios de las agrupaciones locales deben quedar contentos porque ellos son los auténticos agentes electorales del PSOE en las municipales. De ellos depende, por ejemplo, tensionar a su electorado para que vayan a votar. "Siempre hay choques pero la estructura orgánica debe quedar bien encajada en la lista", avisan desde el PSOE. Otros no comprenden ese planteamiento y cuestionan que al alcalde, que ahora mismo es uno de los grandes activos electorales para las próximas municipales de mayo, no le den manos libres para componer su equipo.

En esta elaboración de las listas, con menos ruido que en otras ocasiones pero no exenta de tirones importantes, han participado mano a mano el alcalde de Sevilla y el secretario general del PSOE sevillano, Javier Fernández. Desde Ferraz ha validado el proceso la vicesecretaria general, María Jesús Montero, pendiente siempre de cualquier roce o encontronazo. También ha tratado de poner su sello el vicepresidente del Congreso, otro histórico de los socialistas sevillanos, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, aunque desde las filas andaluzas minimizan su papel.