Presidencia de la UE

Más de 600 ONG piden al Gobierno condicionar los acuerdos UE-América Latina a la reducción de la brecha de género

Las organizaciones piden a los políticos que el adelanto electoral no haga descarrilar los planes de la presidencia española

Mario Saavedra

España asume la presidencia del Consejo de la UE condicionada por el adelanto por sorpresa de las elecciones generales al 23 de julio. Lo decidió Pedro Sánchez tras el batacazo electoral de las elecciones autonómicas del 28 de mayoPero el impacto va más allá de nuestras fronteras, y ha convulsionado las perspectivas de esa presidencia rotatoria, que debe escoger y priorizar qué leyes y programas sacar adelante antes de que termine la legislatura europea el próximo año. 

Ahora, las principales ONG españolas piden al Gobierno actual y al que salga de las urnas que "ejerza la presidencia del Consejo de la UE como un proyecto de país por encima de intereses partidistas" y que "esté a la altura de un momento tan decisivo". La Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo (una red estatal de 600 ONG como que representa a más de 600 ONG, como Unicef, Médicos del Mundo, Acción contra el Hambre, Oxfam, Cruz Roja Española o CEAR, entre otras)) considera que ahora es "más importante que nunca" adoptar decisiones políticas "que den respuesta a las múltiples crisis globales: democrática, social, medioambiental, humanitaria, alimentaria o energética dentro y fuera de Europa". Este jueves esas organizaciones del llamado tercer sector presentan junto a miembros del Gobierno sus prioridades para la acción de la presidencia española de la UE. 

Una presidencia que es especialmente relevante porque es "de cierre", la última completa antes de las elecciones al Parlamento Europeo de 2024. Por ello, debe apresurarse y cerrar los dosieres más importantes abiertos en los últimos años: reforma energética, Pacto de Migraciones, autonomía estratégica… Las ONG piden que esas medidas y legislaciones que se deben empujar en Bruselas y Estrasburgo se rijan por tres principios vertebradores: que contribuyan a la justicia social y la reducción de las desigualdades; que impulsen un enfoque "feminista, decolonial e interseccional"; y que blinden el respeto y ejercicio de los derechos humanos garantizando espacios y mecanismos de participación ciudadana.

España debe aprovechar esa “oportunidad única”, dicen desde La Coordinadora, para reivindicar la importancia de los valores fundacionales de la UE y “abanderar la reconversión de nuestras sociedades a través de una triple transición justa -ecológica, socioeconómica y digital- desde un enfoque feminista y de coherencia de políticas para el desarrollo sostenible, dentro y fuera de la UE”. 

Condicionantes de los acuerdos con América Latina

La Unión Europea ha vuelto a poner el foco en América Latina por el momento convulso en la geopolítica global al que ha llevado la guerra de Ucrania. Los países en desarrollo se debaten entre acercarse a China o Rusia o hacerlo a los países occidentales. En ese contexto se celebra, el próximo 17 y 18 de julio en Bruselas, una cumbre entre los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 y de América Latina (UE-CELAC). Será uno de los platos fuertes de de la presidencia rotatoria española. Entre otros asuntos, se intentará hacer avanzar el acuerdo de libre comercio con los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).

Las ONG de La Coordinadora estatal piden que se aproveche para condicionar estos acuerdos a programas concretos de avance en la lucha contra la desigualdad en la región, especialmente la económica y la de género.

Quieren que España, durante su presidencia, impulse un pacto social que incluya la financiación de las políticas sociales y transiciones justas que sirvan para “reducir desigualdades, evitar políticas de austeridad y garantizar el espacio cívico”. Entre esas medidas, piden hablar de la condonación de deuda. Algunos países, especialmente la Colombia de Gustavo Petro, han pedido que se les reduzca lo debido a cambio de cumplir políticas destinadas a reducir la crisis climática.

También solicitan que los fondos europeos del Global Gateway (hasta 300 000 millones de euros en inversiones para proyectos sostenibles) se orienten a programas que permitan reducir las desigualdades y conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Agenda 2030) “por encima de intereses privados y geopolíticos”. 

Las ONG ponen el foco especialmente en que Bruselas y la presidencia de Pedro Sánchez (o de quien le sustituya) del Consejo hagan un esfuerzo por el cumplimiento de los compromisos climáticos fijados en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. 

Por último, solicitan que se promueva un pacto birregional por los cuidados y un pacto birregional para la erradicación de cualquier forma de violencia basada en género, según los marcos establecidos por la Convención de Estambul y la Convención Belém do Pará.