La Compañía Española de Tabaco en Rama (Cetarsa) se ha convertido no sólo en un motor económico en la zona de producción de tabaco, sino en una auténtica ‘punta de lanza’ de la innovación agraria. Gracias a esta preocupación el 100% de la producción de tabaco no tiene que salir de Extremadura para transformarse. Para que Cetarsa sea una industria 4.0 ha contado con el apoyo de empresas tecnológicas de la región, como es el caso de I MAS D Extremadura. Gracias a sistemas implementados hace casi dos décadas las plantas estaban automatizadas y la producción se ha realizado con todas las garantías, aún en tiempos de pandemia. Manuel Rodríguez, director técnico de IMAS D Extremadura explica que en la actualidad la firma trabaja junto con Cetarsa para la mejora de la excelencia de la producción y la homogeneidad del producto.

¿Cuándo se puso en marcha el Scada en la planta de tabaco de Cetarsa en Talayuela? ¿Cuáles son sus principales funciones?

La primera versión del Scada se implantó hace 17 años y desde entonces ha ido creciendo, abarcando nuevas áreas de la fábrica y ampliando sus funcionalidades.

Sus principales funciones están divididas en dos grandes grupos, por una parte un control centralizado de todo el proceso de transformación que permite la toma de decisiones basadas en una información completa en tiempo real y por otra parte la monitorización y almacenaje de variables del proceso que garantizan la trazabilidad del mismo, así como una alta calidad y homogeneidad.

¿Qué ventajas ha tenido la supervisión de los procesos de una fábrica en la pandemia?

El tener todos los procesos controlados y monitorizados con un sistema Scada ha permitido garantizar la necesaria distancia social, al no precisar de presencia física en los puntos de trabajo para operar sobre los mismos.

¿Una vez en marcha este sistema de automatización qué mantenimientos necesita por vuestra parte?

Mantenemos una estrecha relación con Cetarsa debido principalmente a que estas soluciones son sistemas vivos que deben ir adaptándose en el tiempo a nuevas exigencias, sobre todo en un sector tan competitivo como el de transformación de hoja de tabaco. 

En relación al mantenimiento de las estructuras físicas del sistema, Cetarsa cuenta con los medios y el conocimiento necesarios para garantizar estas.  

¿Qué importancia tiene Cetarsa en la economía de la zona y qué significa para vosotros ser su proveedor de tecnología?

Cetarsa tiene una gran importancia para la economía de la zona, ya que aparte de los puestos directos que genera, la posibilidad de realizar una primera transformación de la materia prima en la zona es un motor de riqueza que posibilita que el 100% de la producción de tabaco no tenga que salir de nuestra región desde el campo.

Para nosotros es un motivo de satisfacción haber formado parte del proceso de tecnificación de Cetarsa, que entendió desde un principio que esta debería ser su seña de identidad frente a otras empresas de transformación en países con economías emergentes

¿Qué otros proyectos de investigación y desarrollo tenéis en mente para la transformadora de tabaco en rama?

En estos momentos, los principales proyectos están relacionados con el aseguramiento de la calidad y homogeneidad de las producciones. En esta línea tenemos en marcha las primeras fases de un proyecto de inspección de producción mediante tecnología multiespectral para la detección y eliminación de materias extrañas durante el proceso.

¿Es Cetarsa una industria 4.0 o todavía hay que implementar nuevos sistemas para lograrlo?

Podemos decir que en la actualidad Cetarsa es una industria 4.0, ya que desde un principio tuvo muy claro que la información que se genera en el proceso y el análisis de la misma debía ser el eje de su toma de decisiones. Si bien las nuevas tecnologías y herramientas a nuestra disposición nos permitirán refinar y ampliar los procesos existentes, en vías a una mayor eficiencia en todos los aspectos y conseguir la tan desea excelencia en la globalidad del proceso.