Los olivareros y las almazaras incurrieron en pérdidas durante la campaña 2019/20, frente a los beneficios obtenidos por la industria envasadora y la distribución comercial, según un estudio sobre la cadena de valor del aceite de oliva virgen extra (aove) aprobado el pasado martes por el Observatorio de la Cadena Alimentaria. El precio de venta de los olivareros representó el 59,87% del de venta al público del aceite de oliva virgen extra, sin contar el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), tal como figura en ese estudio, correspondiente a la penúltima campaña que se ha desarrollado hasta la fecha.

El pleno del Observatorio de la Cadena Alimentaria, que estuvo presidido por el director general de la Industria alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), José Miguel Herrero, aprobó el informe en su última reunión.

Según el estudio, los costes de producción de un kilogramo de aceite de oliva virgen extra (aove), influidos por la producción de la campaña, son muy distintos en los seis tipos de olivar analizados y oscilan entre los 1,38 y los 5,28 euros por kilogramo para una explotación media de unas siete hectáreas de extensión.

Así, el coste de explotación para el modelo de olivar tradicional no mecanizable de secano se sitúa en 1,33 euros por kilogramo, si se descuenta la mano de obra familiar.

El coste de extracción varía entre 0,16 euros por kilo en una almazara pequeña y 0,42 en una grande de más de 10.000 toneladas, por lo que se evidencia su correlación con el volumen de producción, y también influyen los costes de personal y de amortización de equipamientos.

Coste del envasado

El estudio determina que el coste de envasado de aove oscila entre los 0,25 y 1,29 euros por kilo, menor en el caso de las envasadoras grandes, por lo que los responsables de las almazaras, que integran muchas veces envasadoras pequeñas, deberían a su juicio reflexionar sobre «la conveniencia o no de externalizar el proceso de envasado y buscar alianzas o fórmulas de integración para este proceso».

Igualmente, los costes de algunas partidas varían mucho como los de filtrado, etiquetado, paletizado, envasado, personal o transporte de aceite envasado. En la campaña 2019/20, los precios de un litro de aceite de oliva virgen extra en formato PET oscilaron entre 3,4 y 3,05 euros por kilo; y los de cristal, entre 3,58 y 3,81 euros/kilo, de forma que -excluyendo el peso del envase- los precios percibidos por los envasadores van de los 0,13 a los 0,4 euros/kilo.

En cuanto al coste de distribución comercial, este varía entre 0,13 y 0,40 euros/kilo para el formato PET, y de entre 0,17 y 0,40 euros/kilo para el formato cristal. En general, los precios de venta al público sin IVA se sitúan entre los 3,46 euros/kilo en supermercados y autoservicios, y los 3,63 euros/kilo en hipermercados.

El estudio apunta que los olivareros incurren en pérdidas por valor de 0,63 euros por kilo y que las ayudas de la PAC son «indispensables para el mantenimiento y supervivencia de una parte muy importante del olivar español»

De esta manera, en su análisis el estudio apunta que los olivareros incurren en pérdidas por valor de 0,63 euros por kilo y que las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) son «indispensables para el mantenimiento y supervivencia de una parte muy importante del olivar español».

Los almazareros sufren pérdidas de 0,28 euros/kilo, en contraste con la industria del envasado, que obtiene un beneficio antes de impuestos de 0,49 euros/kilo, y de la distribución comercial, con beneficios antes de impuestos de 0,18 euros/kilo.

El informe ha precisado que los costes de producción o explotación representan el 73,07% de los costes de la cadena de valor; los de extracción, el 7,26%; los de envasado, el 12,46%; y los de la distribución, el 7,21%.

El estudio sobre la cadena del aceite de oliva virgen extra ha sido dirigido por la Universidad de Jaén, y en él también han participado diversos interlocutores sectoriales y técnicos del ministerio.

Herrero expresó en un comunicado la voluntad del MAPA de avanzar en la realización de los estudios de la cadena de valor de distintos alimentos e informó sobre el estado de los trabajos correspondientes a los de productos como leche líquida envasada, melocotón y nectarina, carne de vacuno, carne de ovino, cítricos, tomate, patata y miel.

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) valora positivamente y califica como un «hito» la aprobación de este estudio

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) valoró positivamente y calificó como un «hito» la aprobación de este estudio. El responsable de olivar de UPA y secretario general de UPA Andalucía, Cristóbal Cano, señaló que este informe prueba que «es posible» comercializar el aceite de oliva virgen extra por encima de los costes de producción en el olivar tradicional, además de ser una demostración de que todos los eslabones de la cadena pueden «avanzar juntos».

El estudio demuestra que la cadena de valor del aceite sufre de graves desequilibrios, se incidió desde esta organización agraria para la que estos datos demuestran que es posible vender aove por encima del coste de producción en la parte del sector productor que engloba al olivar tradicional. «La asignatura pendiente es mejorar enormemente la gestión de la comercialización», recalcó Cristóbal Cano.