L a vendimia avanza a buen ritmo en la región, acompañada por el descenso de las temperaturas y sin que las tormentas de finales de agosto y principios de septiembre hayan causado cuantiosos daños en los cultivos del sector. Sin embargo, la cosecha está confirmando las previsiones negativas que había para esta campaña en Extremadura: habrá menos producción de vino que el año pasado, que ya registró cifras muy por debajo de la media de los últimos ejercicios.

Los últimos cálculos pronostican que podría producirse un 20% menos de vino que la campaña anterior, hasta situarse en unos 2,2 millones de hectolitros, un volumen históricamente bajo. Para encontrar un dato similar en la región habría que remontarse a la campaña de 1998-1999, que dejó una producción de 2.254.669 hectolitros, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Pero hay que tener en cuenta que por entonces había en Extremadura unas 5.000 hectáreas menos de viñedos.

No obstante, la debilidad en volumen de la cosecha puede verse compensada en parte con la mejora de la calidad de la uva, que facilitará la elaboración de excelentes caldos. Además, la reactivación del canal horeca tras superar los peores momentos de la pandemia está contribuyendo a aumentar la demanda y a dar salida a las existencias almacenadas en las cooperativas.

La reducción de las producciones por la meteorología en países competidores como Francia e Italia y el aumento de las exportaciones son también factores positivos para dejar atrás las dificultades que afectan a un sector fundamental para la economía extremeña. Aunque, a pesar de todo, los productores de la región han seguido elaborando caldos de alta calidad, como se ha demostrado en las últimas ediciones de los Premios Espiga del vino, con los que Caja Rural de Extremadura viene apoyando la excelencia del sector. La merma productiva de la campaña 2021-2022 se debe fundamentalmente a los efectos de las heladas y las tormentas de la primavera, que causaron importantes daños en las viñas. De ahí que la contratación de seguros agrarios resulte fundamental para hacer frente a estas situaciones.

Seguros

Caja Rural de Extremadura ofrece a sus clientes la contratación de todos los seguros agrarios para paliar estas pérdidas y poder afrontar un año más el riesgo que conllevan los efectos meteorológicos. Los técnicos de la entidad acompañan al agricultor a pie de tierra realizando el seguimiento de los siniestros.

Además, Caja Rural de Extremadura dispone de una cartera de productos especialmente orientada a las exportaciones (líneas de descuento, anticipos a la exportación, etcétera.), a disposición de todas aquellas empresas extremeñas que quieran dar un salto al exterior o consolidar sus mercados en otros países.

Por otra parte, desde el 1 de septiembre está en marcha la campaña para asegurar las nuevas siembras de cereales de invierno, frutos secos y olivares. En estos seguros se incluye el rendimiento de estos productos, frente a riesgos de pedrisco, incendio, no nascencia y no implantación, riesgos excepcionales (fauna silvestre, inundación-lluvia torrencial, lluvia persistente y viento huracanado) y resto de adversidades climáticas, así como riesgos en plantación, instalaciones, entre otros.