Lleva el cultivo del tabaco en la sangre. De hecho afirma que es de los que «nació en un surco». Sus padres eran tabaqueros, sus hermanos lo son y él lo es, aunque haya aparcado esta actividad desde que en 2015 accediera a la alcaldía de Jarandilla de la Vera. Tenía en El Cincho 13 hectáreas de tabaco, el tamaño estándar de una explotación familiar de la zona. Comenzó cultivando la variedad Burley, pero después se pasó a Virginia. Aunque los trabajos del ayuntamiento y de la presidencia de Asociación para el Desarrollo Integral de la Comarca de la Vera (Adicover) lo tienen ocupado todo el día, siempre saca tiempo para estar al tanto de la explotación familiar.

¿El cultivo de tabaco a su juicio evita la despoblación?

Ayuda muchísimo a evitarla, especialmente en la comarca de la Vera. Si el tabaco se va al garete por mucho turismo que tengamos, por muchos alojamientos rurales que haya, no todos nos podemos dedicar a lo mismo. Quienes se dediquen al tabaco no pueden –si desaparece el cultivo- pasar por completo al sector turístico. Y en la zona el turismo y la agricultura es lo que funciona. Llevamos muchos años oyendo que el cultivo de tabaco va a desaparecer, esperemos que no suceda. Lo cierto es que cada vez estamos más afectados.

¿Generan el olivar y el almendro intensivo la misma actividad económica que el cultivo de tabaco?

No, no parece. Cualquier producto agrícola, por ejemplo el almendro, necesita su tiempo. El almendro requiere de varios años antes de empezar a dar producción. ¿En ese tiempo de qué vas a vivir? Además, si el mercado está ya establecido los compradores van a acudir a sus proveedores habituales. Hay que hacerse un hueco en él. Puede que un año haya poca producción y se compre en todos lados, pero la campaña que haya mucha almendra es posible que se adquiera solo en los mercados tradicionales. Es lo mismo que sucede en la zona de El Ejido (Almería) con los invernaderos. Además, aquí, por ejemplo, se puso en marcha un invernadero de claveles y no prosperó el producto.

¿Qué papel juega a su juicio la Compañía Española de Tabaco en Rama en la sostenibilidad del entorno de los productores de tabaco?

Total. Cien por cien. El 90 por ciento de la producción de la zona la adquiere Cetarsa.

El cultivo de tabaco es clave en la comarca de La Vera y se prevé que en la nueva reforma de la PAC se incluya a esta comarca en el modelo de regionalización por sus características socioeconómicas. ¿Qué valoración hace usted al respecto?

Sin las ayudas de la Política Agraria Comunitaria no podíamos subsistir. Cada vez los gastos son más ajustados en este cultivo y están subiendo sin parar, mientras que los precios están establecidos sin apenas variaciones. Si no es por los incentivos de la PAC, que tienen que seguir manteniéndose, va a ser muy difícil que el cultivo del tabaco continúe. A no ser que este incentivo fuera asumido por las compañías internacionales. El tabaco ya no puede bajar ni un céntimo, de lo contrario estaríamos muy apretados. Ahora mismo estamos muy limitados, como tengamos una pérdida de producción o avería, por pequeña que sea, ya estamos perdidos.

El cultivo de tabaco está siendo cada vez más sostenible. ¿Qué esfuerzos están realizado cultivadores y transformadoras en este sentido?

Los tabaqueros, y me incluyo también, hemos realizado muchos esfuerzos en ese sentido. La trazabilidad de la hoja de tabaco se controla en España como en ningún sitio. Eso conlleva, claro está un aumento del gasto. De la misma manera, los centros de secado están empleando energía sostenible como el pellet. Pero mientras que se estén pagando todas esas inversiones el escenario es muy complicado y si desaparece la PAC, peor todavía.

Se habla de la España vaciada y esta zona no lo está gracias al tabaco ¿Si se deja de cultivar aquí se va a dejar de fumar?

Nosotros no producimos fumadores, sino tabaco. Si este no se cultiva en la Vera se va a plantar en otro lado y no se va a dejar de fumar por eso. En el caso de que se abandonara la producción afectaría muchísimo económicamente a la zona. 

¿Cómo ve el futuro del sector con la PAC en ciernes?

He mantenido muchas conversaciones con la consejera de Agricultura Begoña García Bernal y con el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, al respecto. Tengo esperanzas en que la nueva Política Agraria Comunitaria va a seguir siendo beneficiosa para el sector. Claro está, es algo que no depende de ellos.

¿Cómo son las relaciones de Adicover con Cetarsa?

Mantengo con Juan Andrés Tovar, presidente de Cetarsa, una magnífica relación y colaboración en todos los aspectos.

Además del un sector tabaquero fuerte ¿qué más necesita la comarca de la Vera?

Necesitaríamos una industria, alguna empresa más, para mantener población. En muchos municipios rurales antiguamente a los 15 años ya se estaba ayudando a los padres a cultivar tabaco. Ahora tienen la posibilidad de estudiar y cuando finalizan quieren desarrollar la actividad profesional para la que se han formado. El turismo es el otro sector que tenemos que potenciar. Hemos tenido un verano estupendo en ese sentido, pero con el turismo solamente no se puede mantener a todo el mundo.

¿Cómo ve ahora mismo el tabaco en el campo?

Está perfecto. El primer piso foliar se ha repelado ya y van a empezar ahora con el segundo. Las últimas tormentas solo han significado agua y no han provocado daños como hizo el pedrisco el año pasado. El tabaco extremeño está por encima de cualquier otro que se produzca. La trazabilidad que tenemos en nuestro país es única. Eso sí, no podemos competir con países como Brasil donde producir un kilo de tabaco no les cuesta apenas dinero.