Los Premios Espiga al mejor jamón ibérico Denominación de Origen Protegida Dehesa de Extremadura y el Premio Espiga Cava de Extremadura se han convertido, tras 22 ediciones y 6 ediciones respectivamente, en un referente para ambos sectores productivos. Tanto es así que la Espiga de Oro en el caso de los jamones determina el ‘mejor ibérico del mundo’ y el Gran Espiga el que será el cava estrella de las próximas Navidades. Los galardones que entrega Caja Rural de Extremadura en la Finca el Toril son un verdadero termómetro del buen hacer de nuestros productores de ibérico y cava extremeños.

La Espiga de Oro al jamón de Embutidos Morato, no es una novedad para esta industria de los Santos de Maimona, pues ya ha recibido esta distinción varias veces en los 22 años de andadura de los Premios Espiga. Francisco Javier Morato, director general de la empresa, explica que la pieza ganadora procede de un cerdo con 22 meses de crianza en dehesa: «Era un ejemplar claramente identificado en la finca, que esa montanera tenía muchísima bellota. Hacer un mal jamón es fácil, incluso cuando se tiene un buen cochino. Lo que no se puede hacer es un buen jamón con un cochino malo». Embutidos Morato procesa al año 1.500 cerdos ibéricos amparados por DOP. También ha recibido en otras ocasiones el máximo galardón del Salón del Jamón de Jerez de los Caballeros lo que convierte a esta empresa en la más premiada en los últimos años en los principales certámenes que se celebran en Extremadura. Y los paneles de cata, cada vez más exigentes y profesionales, no pueden estar equivocados si coinciden prácticamente en cada edición, en unos premios que se deciden por centésimas. Además, Francisco Javier Morato recuerda que su empresa, que supera los cien años de antigüedad, continúa invirtiendo con la máxima ilusión en la mejora y ampliación de las instalaciones.

No menos interesante es el cava ganador de la Espiga de Oro y del Gran Espiga de los Premios Cava de Extremadura. Cava Puerta Palma es un caso excepcional, fruto del trabajo de generaciones. Bodegas Marcelino Díaz comenzó su andadura en 1931 y en ella se conjuga la experiencia de sus fundadores con la nueva tecnología en la elaboración de caldos de calidad. Es una de las bodegas con más solera de la Ruta del Vino Ribera del Guadiana. El Puerta Palma se fermenta en depósitos de acero inoxidable durante 10 días a baja temperatura. El resultado es un cava con gran aroma a frutas. En su elaboración se emplea solo uva de la variedad Macabeo. Sus productores destacan de él que está indicado para tomar con todo tipo de aperitivos, ideal con los mariscos y pescados cocinados bajo cualquier receta, cremas y cócteles de mariscos, quesos, y además, todo tipo de postres. Su temperatura perfecta para consumir oscila entre los 5-7%. Para hacer una botella de Puerta Palma se necesitan al menos 12 meses de crianza.