La mejor materia prima y un proceso de elaboración controlado al máximo son dos atributos que definen a las denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas extremeñas. Quesos, jamones, vinos o aceites, entre otros productos, que son el principal exponente de la calidad de la producción agroalimentaria en la comunidad autónoma. Unos distintivos de calidad que en conjunto comercializaron por valor de 74,5 millones de euros durante el año pasado, según los informes que sobre la actividad de estos marchamos en toda España elabora anualmente el Ministerio de Agricultura. 

En Extremadura, son diez las denominaciones de origen (DO) y tres las indicaciones geográficas protegidas (IGP) existentes, todas con actividad el año pasado. Entre ellas, la que aparece con un mayor valor económico de sus ventas es una IGP, la de Vino de la Tierra de Extremadura, en la que pueden tener cabida tintos, blancos o rosados producidos en cualquier municipio de la región. Está recogida en las estadísticas del ministerio con unas ventas de 21,5 millones de euros, un tercio efectuadas en mercados del exterior. A continuación, figura Dehesa de Extremadura, de la que se comercializaron jamones y paletas por importe de 10,37 millones de euros, que tuvieron como destino fundamental el mercado nacional, con nueve millones de euros facturados en él. 

Siete de cada diez euros ingresados por esta denominación proceden de la venta de jamones, que se despacharon a un precio medio por kilogramo de 35,9 euros. Entre las DO ibéricas, supera en precio a Guijuelo (35 euros por kilo) y queda por debajo de Jabugo (43,01 euros) y Los Pedroches (40 euros).

Los vinos con distintivo de calidad de la región sumaron cerca de 30 millones de euros de volumen de negocio

La ‘medalla de bronce’ en cuanto a valor comercializado entre los marchamos de calidad agroalimentaria regionales es para el Pimentón de la Vera, con 9,83 millones de euros. Es, con diferencia, el sello de excelencia que más peso tiene en términos de producción, valor económico total o superficie inscrita entre los cuatro que integran el capítulo de condimentos y especias en España, que completan otros dos pimentones, los de Mallorca y Murcia, y el Azafrán de la Mancha, si bien con este último es casi imposible competir en precio, con una media de cinco mil euros por kilogramo vendido en el 2020.

El pasado fue un año especialmente complicado para el sector vitivinícola, que sufrió de lleno el impacto de las restricciones a la hostelería y el turismo. Las cifras ofrecidas por el ministerio abarcan el periodo comprendido entre el 1 de agosto de 2019 y 31 de julio de 2020, por lo que solo comprenden los primeros meses de la pandemia. No obstante, ya revelan este impacto, con una caída de las ventas de un 8,04% respecto a la campaña anterior agregando a todas las DO vitivinícolas españolas.

Es lo que ocurrió también con los caldos de la DO Ribera del Guadiana, que de unas ventas por valor de casi 10,9 millones de euros pasó a 7,8 millones, de los que 4,5 fueron a parar al mercado español y los 3,3 restantes a la exportación. 

Extremadura cuenta con dos indicaciones geográficas protegidas propias de carnes frescas: Cordero de Extremadura y Ternera de Extremadura. La segunda de ellas contabilizó unas ventas de producción certificada por importe de 7,2 millones de euros, artículos consumidos prácticamente en su totalidad en España. Las de Corderex se situaron en 5,46 millones de euros, y es de la media docena de sellos de calidad de carne de cordero la que ha conseguido una presencia más significativa en lo que a comercio exterior se refiere, con la mitad de sus ingresos.

También a partes prácticamente iguales, entre España y el resto de la Unión Europea, se divide la comercialización de la DO Cereza del Jerte, que ascendió a 6,7 millones.

Quesos y aceites extremeños

De las tres denominaciones queseras con las que cuenta Extremadura, es la Torta del Casar la que concentra un mayor volumen de negocio, con algo más de cuatro millones de euros, por los 0,67 de Ibores y los 0,53 millones de La Serena. 

Los aceites con denominación de origen Gata-Hurdes y Monterrubio figuran con 0,31 y 0,12 millones de euros en ventas, respectivamente. Por último, la miel certificada como Villuercas-Ibores suma 70.000 euros en ventas. Aunque con unas expediciones al exterior muy limitadas (10.000 euros que corresponden fundamentalmente a la UE) es la única denominación melífera española que aparece con envíos realizados a Japón y Estados Unidos