El aceite virgen extra se ha encarecido en Extremadura más de un 62% respecto a la campaña anterior

El precio en origen del aceite de oliva virgen extra se situó en Extremadura a finales del pasado mes de febrero en 5,34 euros por kilo. Acumula ya un encarecimiento de más del 62% respecto a la media de la campaña anterior y por encima del 29,1% en comparación al inicio de la actual temporada. Estos aumentos son muy similares a los del conjunto del país, donde los precios han subido un 61,5% y un 27,8%, respectivamente, según revela el último Boletín semanal de precios del aceite de oliva publicado por el Ministerio de Agricultura con datos recogidos entre el 20 y el 26 de febrero. También son notables las alzas que han experimentado en la región los precios en origen tanto del aceite de oliva virgen (60,2%) como el lampante (62,3%).

Esta misma senda alcista se ha repetido en otros países productores. En Italia el precio del virgen extra lleva a estas alturas una subida del 46,9% en relación a la campaña precedente, por un 45,2% en Grecia o un 51,8% en Túnez. La explicación a estas subidas hay que buscarla fundamentalmente en dos factores. Uno de ellos es la reducción de la producción a causa de las condiciones climáticas. A nivel europeo, se estima que el descenso será de alrededor de un tercio respecto a la campaña 2021-2022. Más acusado aún resultará el retroceso en España, donde el calor y las altas temperaturas del año pasado llevarán a perder prácticamente la mitad de la producción, pasando de los casi 1,5 millones de toneladas de la campaña 2021-2022 a las 780.000 toneladas con las que el Ministerio de Agricultura estima que se cerrará la 2022-2023. Para Extremadura se calcula que la cifra se quedará en algo más de 56.000 toneladas, apenas un 46% de la del ejercicio pasado, cuando se alcanzó la cifra récord de 104.184 toneladas, que se obtuvo en buena medida gracias al crecimiento de la superficie de olivar intensivo y superintensivo en la comunidad autónoma. 

El otro elemento determinante en esta evolución ha sido común a otras actividades agroalimentarias:el disparado coste de los insumos necesarios para la producción.

Menos que en los lineales

El aceite de oliva figura entre el grupo de productos de la cesta de la compra con un comportamiento más inflacionario. Conforme a los últimos datos del IPC, en diciembre pasado su precio final contabilizaba un aumento en términos anuales del 35,2% y del 30,5% en enero. Con todo, porcentajes muy distantes de los incrementos en origen. «Estos datos oficiales son una prueba irrefutable de que la industria del aceite está haciendo un gran esfuerzo que afecta a sus márgenes comerciales y que los envasadores están poniendo todo de su parte para evitar la subida del aceite que tiene su origen en otros factores», aseguró recientemente Primitivo Fernández, presidente de la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceite (Anierac).

Llamada a la contención

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, expresó este martes la necesidad de mantener unos precios razonables del aceite de oliva para seguir mejorando el consumo interno y poder ampliar los mercados internacionales. Planas realizó estas declaraciones durante la inauguración de la X edición de la World Olive Oil Exhibition, uno de los más importantes encuentros monográficos dedicados al aceite de oliva, donde destacó que el liderazgo mundial de España en esta producción se debe a la buena adaptación del cultivo, a la tradición olivarera, a una industria dotada de una tecnología avanzada y a la gran profesionalización del conjunto del sector.

Respecto a la calidad, la mitad del aceite producido actualmente en España es aceite de oliva virgen extra y un 30% más es aceite virgen. Además, las exportaciones de aceite envasado se han triplicado en los últimos cinco años y sigue la tendencia al alza.

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