El 70% del territorio extremeño sufre, en mayor o menor grado, riesgo de desertificación si no se disponen las medidas adecuadas, según los últimos estudios elaborados por el Ministerio de Medio Ambiente. Aún así, la situación es mucho mejor que la que se registra en otras regiones españolas.

De hecho, en estos momentos sólo hay 25.000 hectáreas desérticas en la comunidad autónoma, todas ellas en la provincia de Cáceres, con lo que Extremadura se sitúa como una de las zonas con menores problemas en la actualidad, un problema especialmente relevante hoy, cuando se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía.

Aún así los estudios elaborados en el borrador de trabajo del Programa de Acción Nacional contra la Desertificación alertan de que la situación puede empeorar si no empiezan a tomarse medidas que garanticen la compensación de los recursos naturales. Este es un factor básico amenazado especialmente por la sobreexplotación derivada a menudo del exceso de zonas de riego.

El 0,59% de la región tiene un "alto" riesgo de padecer este problema, el 45,06% un nivel de riesgo "medio" y el 24,88 % "bajo", con lo que sólo el 30% restante está libre de peligro.

La desertificación se mide en función del índice de aridez del terreno, de forma que todas las zonas con un nivel de aridez inferior a 0,65 son susceptibles de padecer un proceso de desertificación.

FALTA DE ESTUDIOS

Pero, además del clima, intervienen otros factores como la pérdida orgánica y el condicionante de la actividad humana.

Extremadura es una de las comunidades que no dispone de mapa de suelo, aunque, Luis Fernández, profesor titular de Edafología de la Facultad de Física de Badajoz, apunta que las zonas afectadas en la región son áreas no muy extensas y localizadas, como el centro de la provincia de Badajoz, las proximidades a la cuenca del Guadiana, la meseta cacereña y parte de la cuenca del Tajo, y que se mueven en el límite del índice de aridez del 0,65.

Fernández sostiene que en cuestión de estudios sobre el suelo "la cosa todavía está muy en mantilla en la región", por lo que la Uex pretende llevar a cabo un proyecto de investigación que posibilite calcular el proceso en el que se encuentran estas áreas extremeñas. "Es necesario saber en qué medio nos movemos y qué se está haciendo mal", añade.