Sus ojos no pueden captar la luz, ni los colores, pero gracias a su sensibilidad, tesón, empeño y ganas de conocerlo todo, mañana sábado abandonarán La Vera sabiendo bastantes cosas su historia, naturaleza, senderos, aperos de labranza y demás curiosidades y antiguos oficios que encierra la citada comarca cacereña.

Los protagonistas de esta aventura son veinticinco jóvenes, invidentes, con edades comprendidas entre dieciocho y treinta y seis años, que han viajado de la mano de la Asociación Igualar, con sede en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón, hasta el campamento Ruta de Carlos V , ubicado en Jarandilla de la Vera, donde están disfrutando de todo tipo de actividades relacionadas con el entorno, ya que uno de los objetivos de los organizadores, en colaboración con la Caja de Ahorros de Extremadura y la firma comercial Chiruca, es que se empapen de los recursos naturales que conserva la zona norte de la provincia de Cáceres, sin olvidar otros aspectos como la gastronomía y la amabilidad de sus gentes.

Los participantes en el campamento, con los que ha hablado EL PERIODICO EXTREMADURA destacan el atractivo que encierran los senderos por donde han seguido los pasos del Emperador Carlos V. Tampoco olvidarán el encuentro que tuvieron el domingo pasado con los denominados oficios antiguos, que llenaron las calles del casco viejo de Jarandilla, donde además de poder tocar herramientas y utensilios que en la actualidad no son empleados en las labores cotidianas del hombre, degustaron miel recién extraida de los panales y buñuelos elaborados con viejas recetas, rescatadas por las mujeres jarandillanas.

En este sentido, José Manuel Vázquez, de Fuenlabrada (Madrid), reconoció que los aperos agrícolas "me han recordado tiempos de mí infancia, que viví en el pueblo de mis abuelos". Además quiso destacar "la unión que tenemos en el grupo, pese a ser el más numeroso de los que he participado". El madrileño Raúl Martínez recalcó que "la fiesta que hacen en Jarandilla de los oficios antiguos es curiosa, porque en ella se rememora el pasado", como hicieron el día que recorrieron la Ruta del Emperador, que une Jarandilla con el Real Monasterio de Yuste, pasando por Aldeanueva de la Vera y Cuacos, aunque no pudieran encontrarse con el espiritu de Carlos V, que debe de andar todavía entre aquellas viejas paredes del cenobio verato.

En términos parecidos se expresaron, David Mardomingo, a quien le han "encantado" las piscinas naturales de La Vera, "pese a tener el agua un poquito fresca". Alicia Canalejas, manifiesta que tiene un interés especial "por tocar más las cosas", porque así se entera mejor, "de lo que hay en la zona", Jorge Casla, apunta que tiene familia en Ibahernando, mientras que Noelia dice que sus abuelos están en Don Benito.

Todos tienen palabras de agradecimiento para los coordinadores de Igualar, Jon Goicoechea y Elena Saloberría, "sin olvidar a los monitores, que nos ayudan en todo". El único pero , le puso, Laura Acosta, "y es que las cuestas son muy pronunciadas".