El tiempo y las distancias son relativas y diferentes en cada punto del globo terráqueo. Las normas que rigen las sociedades varían de unas coordenadas a otras, pero hay ciertas experiencias de éxito que traspasan fronteras y, con matices, pueden ser aplicadas en muchas latitudes. Las mancomunidades de municipios son un buen ejemplo de ello.

Mientras que exportar productos suele suponer unos costes arancelarios y unos beneficios económicos posteriores, exportar mancomunidades requiere de un esfuerzo técnico de traslado de conocimientos y experiencias. Y en eso trabaja desde hace años el Fondo Extremeño Local de Cooperación al Desarrollo (Felcode) que, conociendo la experiencia de las mancomunidades en Extremadura, ha decidido exportar este modelo de gestión supramunicipal de determinados servicios a otros países de América Latina.

"Lo que habéis hecho tiene mucho valor. Sois una mancomunidad de referencia", afirmó Juan Andrés Tovar, presidente de Felcode, ante los alcaldes de los cantones ecuatorianos de Pallatanga, Cumandá y Bucay, situados en la latitud cero, el punto de partida.

Los problemas de la gestión de los residuos sólidos urbanos de estos tres municipios situados en el centro de Ecuador, en plena sierra andina, tienen los días contados. La creación de una mancomunidad será la solución de sus vertidos y también una opción de reciclaje y de creación de compostaje que supondrá un ahorro de costes y una mayor eficacia, una optimización de recursos. A falta de unos pequeños flecos, la mancomunidad cuenta ya con más de 30 empleados.

Un viaje a Extremadura de los tres regidores el año pasado, gestionado a través de un acuerdo entre este Fondo regional, la Agencia Española de Cooperación Internacional y el Consejo de Desarrollo de las Nacionalidades y y Pueblos del Ecuador (Codenpe) les ofreció la oportunidad de conocer de primera mano algunas mancomunidades extremeñas y sirvió para que se dieran cuenta de la importancia de trabajar unidos. "Aquel viaje fue clave", recuerdan los participantes.

Representantes de tres partidos políticos distintos, los alcaldes se han convertido en amigos lo que facilitará la gestión de otros servicios futuros a través de la mancomunidad. Las ideas les bullen y tienen varios proyectos para continuar mancomunando servicios para sus ciudadanos.

A unos pocos de kilómetros de esta mancomunidad (más bien, a tres horas de camino, ya que las distancias en el Ecuador se miden en minutos) otro proyecto similar lucha por nacer. De nuevo, como en el caso anterior, será un técnico experto de Felcode el que asesore a la hora de que la nueva mancomunidad de Pelileo, Patate y Baños gestione los residuos sólidos de estos tres municipios. "Queremos que no se quede ahí, queremos prestar servicios de forma agrupada para que sean más baratos y de mayor calidad", explicó en un acto público el alcalde de Pelileo, Manuel Caizabanda, hace unos días. Los problemas que presentan sus actuales vertederos, situados por ejemplo a la orilla de un río, dejan buena muestra de la necesidad del reto que están afrontando.

De momento, con el apoyo también de la Fundación IPADE, trabajan en temas legales para crear la mancomunidad, pero la experiencia de sus vecinos, con los que también viajaron a tierras extremeñas, les aporta seguridad y un espejo en el que poder mirarse.

Nueva ley

En procesos similares hay alguna otra mancomunidad más en Ecuador, a las que Felcode ayuda con asesoramiento técnico y formativo a través de pasantías en España; los fondos económicos llegan desde Extremadura y desde la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Aunque aún queda mucho por hacer.

La reciente aprobación del Código Orgánico de Organización Territorial Autonomía y Descentralización (COOTAD), que regula la descentralización de Ecuador, ofrece un marco legal y una apuesta por el desarrollo de las mancomunidades en el país. El nuevo acuerdo firmado entre Felcode y la Asociación de Municipalidades Ecutorianas