Bodegas Santa Marina, ubicada a unos 8 kilómetros de Mérida, ha rescindido la celebración de un banquete de boda tras enterarse de que la pareja que se va a casar es gay. El asunto ha saltado esta mañana a la luz pública en las redes sociales. Se trata de una pareja de jóvenes de Mérida, que ha invitado a su boda a 250 personas, y que ha visto trucado el evento cuando todo estaba, aparentemente, cerrado. La Fundación Triángulo, que representa al colectivo gay y lésbico de Extremadura, ha mostrado su indignación por este hecho, ya que lo considera un claro asunto de homofobia.

Este periódico se ha puesto en contacto con Bodegas Santa Marina para preguntar por las razones para la negativa a celebrar el banquete. La persona que atendió, y que no se identíficó, se limitó a señalar: "Lo mejor es que no entremos a valorar este asunto".

La Fundación Triángulo ha convocado para esta tarde una rueda de prensa con el fin de denunciar a la bodega. Según este colectivo, la razón dada para la cancelación del acuerdo era, expresamente, que se trataba de una boda entre dos hombres.