El Parlamento Europeo aprobó ayer por amplia mayoría el acuerdo entre la Unión Europea y Marruecos que permitirá la entrada en el continente de un mayor volumen de productos agrarios desde el país africano, al eliminar restricciones, ampliar cupos y suprimir algunos aranceles. La organización UPA-Uce cree que este acuerdo puede ser negativo para los intereses extremeños en sectores como la fruta y el aceite.

El nuevo régimen comercial para los productos agrícolas y pesqueros ofrece una liberalización casi total para la mayoría de mercancías. Es lo que ocurre por ejemplo con la fruta de hueso y el olivar. Se trata de dos de los sectores más importantes de la agricultura extremeña y, a la vez, dos cultivos en expansión en Marruecos. "Bajo pretexto de ayudar a estos países, la UE va a provocar un gran daño a nuestros agricultores. Va a ser imposible que nuestros productores puedan competir en precio con los marroquís cuando allí no hay las mismas exigencias sanitarias ni se puede comparar el coste de mano de obra y de producción. Van a hundir los precios del campo cuando a nuestros agricultores ya les cuesta mucho obtener rentabilidad a sus explotaciones", advirtió ayer Ignacio Huertas, secretario regional de UPA.

El acuerdo no contempla la liberalización de las exportaciones marroquís de otros productos como el tomate, el pepino, la fresa, el ajo, el calabacín y el azucar. En estos casos, lo que sí se hace es aumentar los cupos máximos comerciables en la UE. En el tomate, el límite pasa de 233.000 a 285.000 toneladas. Huertas explica que el tomate marroquí es principalmente para su venta como producto fresco, mientras en Extremadura la producción está centrada en el ámbito de la transformación. "Pero si ven facilidades en el mercado europeo, no podemos descartar que cambie y que afecte a nuestro sector", advierte.

Tanto desde los partidos (PSOE, PP) como desde el ámbito agrario (Cooperativas Agroalimentarias, organizaciones agrarias, asociaciones profesionales), el rechazo mostrado ayer en España a este acuerdo comercial fue total. El sector ya reclama compensaciones para paliar el impacto económico "negativo" y la "pérdida de empleo" en nuestro país. También se reclama mayor control en las importaciones. Según UPA, los acuerdos hasta ahora vigentes se han incumplido de forma sistemática. "Si el texto decía que debían entrar 16 toneladas, realmente llegaban 21", señala Huertas. Y también en los precios de entrada, más altos en los pasos de aduana que posteriormente en las lonjas y mercados.