El presunto autor material del triple crimen de Don Benito continúa en paradero desconocido y en busca y captura. Lo que sí apareció ayer fue el coche que utilizaron el supuesto asesino y su acompañante para llegar al club de alterne Tabarín la noche del 17 de marzo. El vehículo, un Ford Sierra, fue encontrado por la Policía Nacional en las proximidades del hospital dombenitense de San Antonio. El citado acompañante --el único detenido hasta el momento-- declaró ayer ante la policía que, lejos de colaborar en el suceso, lo único que intentó fue evitar las muertes. Aseguró que tanto su amigo como él bebieron alcohol esa noche. Contrariamente a otras versiones sobre el caso, dijo a los agentes que los primeros abatidos a tiros, con una escopeta de cartuchos, fueron los dos residentes del centro de drogodependientes anexo al burdel y que después fue asesinado el camarero del club.

El triple crimen sigue rodeado, pues, de interrogantes. El delegado del Gobierno en Extremadura, Alejandro Ramírez del Molino, confirmó ayer que la "tesis que más fuerza cobra" es, como adelantó este diario, que la raíz del asesinato fuera una disputa entre el presunto homicida y el barman sobre el pago de "los servicios que se le habían prestado" al primero.

Ayer, todas las miradas se centraban en la Comisaría de Policía de Don Benito, en cuyos calabozos se encontraba desde la noche del suceso el acompañante del presunto asesino, un varón vecino de Don Benito de unos 38 años de edad y que tiene algunos antecedentes de estancia en prisión por robos. Esta persona prestó declaración durante unas cinco horas ante efectivos policiales y en presencia de su abogado, José Manuel Domínguez.

Además, la mañana estuvo salpicada por la entrada y salida de algunos testigos, posiblemente chicas del club de alterne. También se pudo ver en la Comisaría a José Antonio Ravelo, director del centro de drogodependientes y cuñado a la vez del dueño del Tabarín. Ravelo negó que su presencia en dependencias policiales se debiese a la investigación sobre este caso, aunque se pudo ver cómo a su automóvil se subieron algunas mujeres que salían de comisaría, una de ellas pudo ser fotografiada con la cabeza cubierta.

"Mi cliente no ha matado a nadie ni ha tenido una intervención en los hechos para matar a nadie", declaró José Manuel Domínguez.

Según el letrado, su defendido declaró a la policía que huyó del lugar de los hechos en la noche de autos porque vio incluso peligro para su propia vida e intentó, añade, que no se produjeran las muertes. Es más, señala el letrado, de momento no hay cargos contra él, "una persona que no tiene ninguna responsabilidad en las muertes, pero que está en el momento equivocado y en el lugar equivocado".

Domínguez afirma que tanto su defendido como el presunto autor material de las muertes habían consumido alcohol la noche de los asesinatos. El primero incluso mezclándolo con medicación fuerte como tranquilizantes. Informa que primero estuvieron tomando unas copas en la plaza de Don Benito y después acudieron al club Tabarín, donde sucedieron los crímenes.

Domínguez, basándose en la declaración de su defendido, detalla que su cliente trató de que "no se produjeran los hechos", ya que presenció una discusión dentro del local, de la que desconoce los motivos, y vio como el presunto autor material salió del club Tabarín y volvió con una pistola, la cual creen que era "falsa".

Según el abogado, su cliente consiguió quitar la pistola al presunto autor, quien entonces se fue a su coche a por la escopeta con la que se produjeron los crímenes y ante lo que el detenido "no pudo hacer nada". De hecho, su defendido estuvo presente momentos antes de producirse los crímenes porque huyó "despavorido", aunque sí escuchó varios tiros.

De igual modo, destaca que fue su cliente quien se entregó a la policía ya que al huir del lugar paró a una patrulla y les informó de lo que estaba ocurriendo en el club Tabarín. Por ello, se montó en el vehículo policial y fue detenido con posterioridad. Asimismo, el letrado aclara que las dos primeras muertes, fueron las de los dos residentes del Centro de Reeducación Emocional 'La paz es posible' ubicado junto al club, y se produjeron en la puerta del local y después el autor entró y se produjo la tercera muerte, de un camarero.

El abogado también descarta que los hechos se originasen por un tema relacionado con las drogas y que tanto su defendido como el otro implicado entrasen a robar. José Manuel Domínguez apostilla también que su cliente tenía una relación "de amistad" con el presunto autor, pero "no una relación excesivamente fuerte o íntima" y que será puesto a disposición judicial hoy.

Surgen por tanto contradicciones entre la declaración de este detenido, un varón de unos 38 años de Don Benito, y las declaraciones del director del centro de drogodependientes en el día de ayer. Según éste último, los dos residentes del centro salieron de sus dependencias al oír el ruido de un disparo, mientras que de la declaración del cliente de Domínguez se desprende que los primeros en morir fueron los residentes y que, posteriormente, fue tiroteado el camarero del club de alterne.