El Gobierno portugués, a raíz del dictamen emitido por el Tribunal de Cuentas de Portugal, decide abandonar "definitivamente" la construcción de una línea de ferrocarril de Alta Velocidad para conectar Madrid y Lisboa, proyecto que permanecía suspendido desde junio de 2011, tras la llegada al poder del Ejecutivo encabezado por Pedro Passos Coelho.

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En un comunicado emitido tras conocerse la decisión del Tribunal, el Ministerio de Economía portugués señala que esta decisión "viene a terminar con la polémica sobre el proyecto del tren de Alta Velocidad, que será definitivamente abandonado", y asegura que "el Gobierno analizará a partir de este momento y pormenorizadamente los términos de la decisión del Tribunal de Cuentas teniendo presentes sus consecuencias jurídicas y económicas para defender el interés público y de los contribuyentes portugueses".

Asimismo, el Ejecutivo luso subraya que, en términos de redes ferroviarias transeuropeas, su prioridad son los enlaces de transporte de mercancías desde Sines y Aveiro, con el objetivo de "fortalecer las condiciones para mejorar la competitividad de las exportaciones portuguesas".

El Tribunal de Cuentas de Portugal emitió este miércoles una sentencia en la que denegaba la concesión del visado al contrato para el diseño, la construcción, financiación y mantenimiento de las infraestructuras ferroviarias en el tramo entre las localidades lusas de Poceirao y Caia, que formaba parte del proyecto de conexión por alta velocidad ferroviaria entre España y Portugal.

La obra, presupuesta en unos 1.400 millones de euros, había sido adjudicada al consorcio Elos, encabezado por las compañías lusas Brisa y Soares da Costa, cuyo presidente ejecutivo, António Castro Henriques, ya ha apuntado que su empresa reclamará una indemnización de 264 millones de euros por la suspensión del tramo Poceirao-Caia.

La Alta Velocidad portuguesa tenía previsto conectar con la española, en concreto con la conexión por AVE entre Madrid y las dos capitales extremeñas.