Un año y medio después del 'crimen de Logrosán', del caso de la muerte, a los 50 años, del empresario Alfonso Triguero Pedrero, fallecido por un disparo de escopeta en su propia cama, la investigación judicial del caso continua.

Y casi quince meses después de que los acusados de su muerte, su mujer y su hijo, fueran detenidos y encarcelados, la situación de estos ha cambiado. José Carlos Triguero lleva algo más de un mes en situación de libertad provisional. Salía de la cárcel el pasado 10 de agosto tras pagar una fianza de 45.000 euros, con la obligación de comparecer una vez por semana en el juzgado más cercano a su domicilio y la prohibición de salir del país --se le ha retirado el pasaporte--.

Su madre, Rosa Durán, está por su parte a la espera de reunir la fianza, que también para ella se ha fijado en la cantidad de 45.000 euros, que le permita salir del Centro Penitenciario de Cáceres, donde lleva ingresada desde la madrugada del 28 de junio del año pasado.

Cuando el pasado mes de junio la Audiencia Provincial de Cáceres rebajaba a 45.000 euros la fianza que inicialmente, tras su detención, estableció en 180.000 euros para cada uno la juez de Logrosán que instruye su caso, Rosa Durán manifestó su deseo de que los primeros 45.000 euros que se pudieran reunir fueran para la puesta en libertad de su hijo.

Ahora, así lo ha declarado su abogado a el Periódico, esperan poder reunir en breve los otros 45.000 euros que se requieren para que ella pueda salir cuanto antes de prisión. Lo haría, tras pagar la fianza, en las mismas condiciones que su hijo.

Con incógnitas aúnsin respuesta clara

Mientras, como se ha indicado al inicio de la información, la instrucción de la causa por el Juzgado de Logrosán continúa, estando aún pendientes diferentes pruebas solicitadas tanto por la Fiscalía como por los abogados de los acusados; y las incógnitas sobre el caso, que será juzgado por Tribunal del Jurado --se estima que no será antes de mediados del próximo año como muy pronto-- siguen siendo muchas.

Aún sin respuesta clara está la primera cuestión: ¿Qué ocurrió la madrugada del 14 de febrero del 2011 en el interior de la vivienda situada en el número 18 de la avenida Hernández Serrano, en pleno centro del casco urbano de la localidad cacereña de Logrosán?

Lo único claro es que en ella, en la vivienda familiar de Alfonso Triguero, se encontraban esa noche, la madrugada del domingo al lunes 14 de febrero del año pasado, Triguero, su mujer y su hijo --la otra hija del matrimonio dormía fuera--, y que el empresario sufrió un disparo de escopeta cuando estaba en la cama.

Pero ¿qué sucedió?, ¿quién disparo?, ¿por qué?... son cuestiones sobre las que a lo largo de la investigación se han ido barajando y a la vez descartando diferentes hipótesis. Entre otras, se descartó, apenas unos días después del suceso, la hipótesis del robo que se planteó al haber declarado la mujer y el hijo del fallecido que tras oir el disparo habían visto un coche rojo salir a toda velocidad; y también la del suicido, la posibilidad que durante varios meses tuvieron muy presente los investigadores de que el empresario se había quitado la vida y que, por cuestiones económicas, madre e hijo habían simulado un robo.

Finalmente, la mañana del lunes 27 de junio, apenas cuatro meses después del trágico suceso, la Guardia Civil detenía a Rosa Durán y a Jose Carlos Triguero, esposa e hijo del fallecido, por su presunta implicación en el crimen.

Los indicios queapuntan a los acusados

Los restos de pólvora encontrados en las manos de José Carlos Triguero y en ciertas prendas de Rosa Durán "fueron determinantes" para señalarles como autores del crimen y decidir su detención. Y ello aunque el primero lo justificó alegando que el día antes había estado de caza, y la mujer en que al ver a su marido herido había intentado ayudarle y los restos de pólvora pudieron transferirse a la bata y las zapatillas que llevaba puestas.

Tras su detención, y tras pasar un día y su noche en el cuartel de la Guardia Civil, el 28 de junio eran trasladados al Juzgado de la localidad para prestar declaración ante la jueza encargada del caso. José Carlos Triguero lo hizo por la mañana y Rosa Durán por la tarde, pero en ambos casos fue un largo interrogatorio, que se prolongaría durante todo el día y concluiría, ya de madrugada, con su traslado al Centro Penitenciario de Cáceres.

Pasadas las 23.30 horas se daba a conocer el auto por el que la juez decretaba el ingreso en prisión provisional, eludible bajo fianza de 180.000 euros para cada uno de ellos, acusándoles de un presunto delito de asesinato, en el que ambos serían coautores. A ambos se les consideró implicados en la muerte de Alfonso Triguero. Uno habría disparado y el otro le habría encubierto, ¿pero quién cada cosa? es una incógnita más.

Los dos acusados, por su parte, siempre se han proclamado inocentes. Lo hicieron el mismo día de su detención, al día siguiente ante la juez y lo han seguido manteniendo durante todos estos meses.

Para saber si se les declara o no culpables habrá aún que esperar varios meses. Y serán nueve hombres y mujeres, los que integren el jurado popular que se constituya para este caso, los que habrán de determinar, tras las declaraciones que se presten en el juicio y las pruebas documentales que se aporten, si son culpables o inocentes. Después, de ser declarados culpables, será la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Cáceres la que fije las penas a imponer.