Directo, sencillo y comprometido. Así se muestra José Antonio Marina, un prestigioso filósofo e investigador que ayer ofreció en Cáceres la conferencia inaugural del VIII Encuentro Hispano Luso de ANPE sobre los retos de la educación en una época de cambios. En un tuit resume una lección de 45 minutos: "Educar es lo más importante, podemos conseguir la excelencia educativa en un plazo de tres a cinco años".

--¿Qué falta en la escuela?

--El sistema educativo no es catastrófico, es mediocre. Puede mejorar en poco tiempo sin necesidad de ampliar mucho los presupuestos, porque no es cuestión de dinero, es cuestión de gestión. Hay que potenciar los equipos directivos de los centros; formar a los profesores, cosa de la que no se ha ocupado ningún gobierno; la escuela tiene que aprender a colaborar con las familias y también hay que dar flexibilidad a la educación. No se trata de dividir a los alumnos en centros de excelencia y de torpes, hay muchas posibilidades de diversificación. Por último hay que abrir las aulas a la sociedad.

--¿Se puede educar la inteligencia?

--Me gusta decir que se puede educar el talento. En el periodo de la educación se genera el talento y la capacidad de los niños y niñas de elegir bien sus metas y de gestionar sus emociones para lograrlas. Hace cinco años fundé una universidad para padres on line, con programas pautados para educar el talento. La escuela lo podría aprovechar si fuéramos más inteligentes, porque hay muchas cosas que antes nos parecían que no se podían aprender y ahora sabemos que sí. Pensábamos que el periodo privilegiado para aprender era de 0 a 4 años, ahora sabemos que hay una segunda edad de oro de la adolescencia, de 15 a 18 años. A esa edad el cerebro se rediseña por completo y comienza a tener más potencia, como un coche, pero como no sepas conducir te chocas, y eso pasa en la adolescencia.

--¿Sería positivo aumentar la enseñanza obligatoria a los 18 años?

--Me preocuparía que eso fuera una solución para retardar la entrada en el mundo laboral. Hemos creado una edad artificial, hasta la adolescencia, porque queríamos que los niños tuvieran una edad específica para que no se marcharan a trabajar antes de los 16, pero lo hemos hecho mal porque hemos pensado que para proteger al niño no solo debemos liberarle de las responsabilidades del trabajo, sino de todas y hemos consolidado la adolescencia como una edad de irresponsabilidad. Mantener eso hasta lo 18 años supondría cambiar el nivel de exigencia. Si subes la edad para que no se escape ningún alumno baja el nivel de la enseñanza. Creo que es mejor dejarlo en los 16 años e intentar que los máximos hagan después Bachillerato, pero porque quieran.

--¿Cómo ve la ESO de los mil euros?

--En teoría es una mala medida porque intentar atraer al estudio pagando es un programa que educa mal. Si le dices a un niño si bajas la basura te doy cinco euros también es malo porque en el momento que no le das los 5 euros dejará de bajar la basura. Es mejor hacer una campaña de lo necesario que es la educación, que los chicos ya lo ven porque no tienen empleo, y potenciar plazas adecuadas para todos los que quieran volver a estudiar. A cada estudiante estamos ya le pagamos cerca de 6.000 euros.

--Dice que para educar a un niño hace falta una tribu. ¿Quién debe ser el jefe de esa tribu?

--No hay jefe, lo que hay son distintas competencias. No todos tienen la misma responsabilidad educativa, que la comparten dos prácticamente al mismo nivel: la familia y la escuela. Pero después soy partidario de hacer una carta de los deberes educativos de toda la sociedad: los políticos tienen responsabilidad porque tienen que dar ejemplo, los empresarios, los medios de comunicación, que educan quieran o no, los jardineros, los policías, los pediatras... cada uno tiene su deber, vamos a ponerlos en una lista para exigir que los cumplan.

--¿Qué le parece la reforma planteada por el ministro Wert?

--¿Qué reforma? Es que hay tres borradores y cada uno distinto. Cambiar otra vez la ley es malo, como lo es que no se hable nada de la formación del profesorado porque cualquier reforma tiene que empezar por la reforma del profesorado y por la elaboración de un estatuto docente. Meterse en una nueva ley sin saber hacerlo es muy desolador.

--¿La educación acepta recortes?

--Hemos tenido años con un presupuesto aceptable. A partir del 4,5% del PIB las subidas no se reflejan rápido en una mejora de la educación, lo que interviene es la buena gestión de los fondos y nosotros hemos tenido una gestión detestable. Ahora es posible que los recortes bajen el presupuesto a un 4,2% del PIB y con eso no es posible un sistema educativo bueno. Los servicios básicos están, pero el sistema para ser eficaz tiene que introducir muchas diferencias dentro de los centros que son los pagadores.

--¿Son los jóvenes de hoy la generación mejor formada?

--No, eso es contradictorio. Por un lado decimos que tenemos un sistema educativo fatal pero que la generación que sale de ese sistema es estupendo. Lo que sí es cierto es que el sistema ha mejorado mucho, todos escolarizados hasta los 16 años y más universitarios.

--¿Le dice algo que Extremadura nunca antes haya querido participar en un Informe PISA?

--Miedo. Los políticos temen mucho a la evaluación, creen que si no se les evalúa no hay problema y eso debería estar prohibido.

--¿Es falta de filosofía también?

--Sí. La filosofía es un servicio público. Una sociedad democrática para defenderse contra sus grandes enemigos como el adoctrinamiento o el sectarismos necesita desarrollar espíritu crítico y a eso contribuye la filosofía. He atacado el sistema de competencias educativas de la UE porque sin la filosófica no se desarrolla el sentido crítico y crea una sociedad de borregos competentes en muchas cosas pero sin capacidad de reflexionar.

--Ha creado una universidad de padres y una escuela de parejas...

--La primera está destinada a padres preocupados por la educación de sus hijos. Está teniendo mucho éxito y ahí nos dimos cuenta de que hay un problema educativo serio en las familias y es que las parejas no se entienden y muchas quieren seguir. Eso tiene una gran repercusión educativa y social y también se puede educar. En mayo abrimos la matrícula --www.universidaddepadres.es--.