Las hortalizas y verduras obtenidas de los cultivos ecológicos están cada vez más presentes en las mesas de los hogares y restaurantes extremeños. Según los expertos en este campo, en Extremadura todavía se está muy lejos de llegar a darles la importancia que sí les conceden los vecinos de otros países europeos como Holanda, Austria, Alemania o Inglaterra, no obstante, reconocen que se está trabajando en este ámbito. "Aquí prácticamente estamos naciendo, es cierto que se están haciendo muchas cosas, pero aún estamos muy lejos de nuestros colegas europeos", asegura el alcalde de Carcaboso, Alberto Cañedo, quien una vez más en su afán por promover la agricultura ecológica ha vuelto a sumir al municipio en un novedoso proyecto promovido por Terrae, una asociación de municipios que trata de favorecer el autoempleo en agroecología a través de la formación y la cesión de terrenos para cultivar. Son varios los municipios partícipes en esta iniciativa, pero Carcaboso ha tomado el liderazgo al convertirse en el municipio que más contratos ha logrado firmar entre miniagricultores y los propietarios de los establecimientos que se han comprometido a adquirir los productos. Un compromiso que en un primer momento se adquiere por un periodo de tres meses y que en base a sus resultados éste podría alargarse.

Si hace un tiempo el Ayuntamiento de Carcaboso y sus vecinos fueron protagonistas por transformar los jardines muertos del pueblo en atractivos huertos con vida, hoy lo son por ser partícipes en lo que se conoce con el nombre de Menú Eco-Kilómetro 0. Una propuesta que persigue que en las cocinas y mesas de restaurantes, bares, hogares y en las estanterías de las tiendas y comestibles del pueblo estén repletas de productos cultivados bajo la tierra de Carcaboso o en un territorio máximo de 30 kilómetros. "Cuando traen productos en camiones que nos llegan de Madrid, Almería o de cualquier otro punto de España, el dinero se va allí, y de lo que se trata es de que los beneficios se queden aquí, con productos que también podemos obtener aquí en el pueblo o alrededores", expone el alcalde mientras, tal y como hace todas las semanas, visita uno de los huertos ubicados en la pedanía del pueblo -Valderrosas- y cuyos productos que se extraen de la tierra van directamente, sin pasar por intermediarios, a las cocinas de algunos restaurantes del pueblo de Carcaboso, como es el caso de Las Golondrinas. "Son productos que no pasan por cámaras, que no han tenido ningún proceso de conservación, son de más calidad y confianza por lo que siempre que podamos primarán en nuestra cocina", comenta Angustias Campaña, jefa de la cocina de este restaurante que regenta junto a su esposo, Adelio Pérez, y que desde hace apenas un mes en sus cartas ya aparece reflejado el menú Kilómetro cero . "Hemos empezado hace poco tiempo por lo que el público todavía no tiene mucho conocimiento, pero creemos que poco a poco se va promocionando", explica Angustias mientras se ata el delantal para empezar a cocinar el menú del día que incluirá una exquisita crema de calabacín con verduras nacidas de la tierra de Carcaboso.

Angustias y Adelio, que tienen tras de sí más de dos décadas de experiencia en el sector de la restauración, ofrecen ahora la posibilidad todos los días a sus clientes de comer unos productos "totalmente sanos", dicen, y sobre todo, que llegan a la mesa tras prácticamente arrancarlos de una tierra que se encuentra a muy pocos metros del restaurante. Una tierra que hoy genera productos ecológicos gracias al trabajo de personas que se han decantado por el mundo agroecológico y que han empezado un nuevo camino en sus vidas como miniagricultores . "Yo estaba trabajando en Madrid en la construcción, pero con la crisis me quedé sin empleo y tuve que regresar al pueblo, ahora esta posibilidad de dedicarme a la agricultura ecológica me supone una ayuda económica en casa", comenta Roberto Clemente que se ha embarcado en esta nueva aventura junto a Daniel Núñez, quien tampoco ha dudado en dejar a un lado su profesión de domador de caballos por el cultivo como única salida laboral.

Los dos cosechan verduras y hortalizas ecológicas en un huerto que les ha cedido el Ayuntamiento de Carcaboso. "Tenemos clientes que son vecinos del pueblo y también tenemos muchos pedidos de fuera", explican ambos mientras embalan en diversas cajas de cartón 160 kilos de verduras y frutos silvestres cosechados con sus propias manos -patatas, calabazas, calabacines, berenjenas, granadas, castañas, coles...-- que, en este caso, viajarán a Madrid. Todo un negocio que además de dinamizar la economía del pueblo "supone un compromiso con el cambio climático y con el empleo local" comenta el alcalde, Alberto Cañedo, quien lleva muchos años impulsando la agricultura ecológica en el pueblo y que asegura además que esto "no es ecologismo teórico, sino ecologismo totalmente práctico", dice.

Este municipio se suma una vez más a una iniciativa sana siguiendo en su línea que ya tomó hace tres años al convertirse en el primer lugar de Extremadura que fue declarado Libre de Transgénicos, lo que en aquel momento suponía introducir un nuevo sistema de cultivo totalmente natural en el que no tenía cabida ningún elemento externo. Una declaración apoyada por Ecologistas en Acción y aprobada por el ayuntamiento. A todo ello se suma la apertura en el mismo pueblo de un Centro Agroecológico Demostrativo donde se cultiva y experimentan técnicas agroecológicas.