Estefanía Rodríguez es licenciada en Comunicación Audiovisual y actualmente cursa un master de manager de desarrollo en la especialidad de Comunicación y Marketing en París. Es una de las tantas emigrantes de la región en Francia, el país que más extremeños acumula en su censo demográfico.

Reside en la capital gala desde hace tres años y medio, donde trabaja como analista de contenidos en la web española del comparador de precios Twenga. Confiesa que decidió marcharse de España porque no encontraba trabajo en su sector profesional. "En el extranjero era complicado por el idioma y porque tendría que empezar de cero, pero sabía que merecería la pena", cuenta. Escogió París "al azar". "Me gustaba el francés y no conocía la ciudad así que era una buena excusa", afirma.

Estefanía nunca había estado en Francia y el comienzo allí fue duro. "Hay que acostumbrarse a otra cultura, otros horarios, rutinas y un idioma que no es el tuyo, pero me he rodeado de gente que me ha ayudado y soy de naturaleza curiosa, por lo que al final todos los obstáculos se salvan", apunta. Lo peor: la Administración francesa, que tiene un funcionamiento "un tanto particular". Una de las cosas que considera más positivas de París es la diversidad cultural. "Tengo amigos españoles, algún que otro extremeño, pero también de otras nacionalidades ya que considero que cerrarse al colectivo español puede evitar la evolución del idioma y adaptación a las costumbres del país. Creo que es una fuente de riqueza aprender cosas nuevas sobre otras culturas", dice.

La joven extremeña comenzó trabajando en el equipo de limpieza de Disneyland, empleo que le ayudó mucho con el idioma. "Conseguí cambiar de puesto, pero la empresa no tenía nada que ver con mis aspiraciones y decidí retomar los estudios el año pasado para hacer un master", afirma. Esto le permitió hacer prácticas durante ocho meses en una empresa de webmarketing , lo que le ha facilitado la inserción profesional en este sector.

Estefanía encontró pareja al poco tiempo de llegar a París. Asegura que se encuentra en una de las etapas más positivas de su vida y "tal y com está la situación", no se plantea volver. "Me gustaría en un futuro, pero de nada sirve planear cuando tus objetivos a corto-medio plazo están en la ciudad en la que resides", concluye.