Extremadura tiene una gran influencia de multitud de civilizaciones, en este caso realizaremos una ruta por la Extremadura Visigoda, ya que el imperio visigodo dominó Lusitania durante tres siglos, donde Mérida, antigua capital de la provincia romana lusitana será en el siglo V y sobre todo el VI uno de los centros políticos y religiosos más importantes de la península, siendo además un foco para el arte visigodo, surgiendo desde estas tierras interesantes muestras artísticas con claras influencias romano-cristianas. Estas muestras artísticas son basílicas, baptisterios... que aunque lamentablemente se hayan perdido en su inmensa mayoría, se conservan multitud de esculturas labradas y elementos arquitectónicos pertenecientes a numerosas edificaciones rurales y algunas de la capital emeritense.

La ruta tiene su mejor inicio en la ciudad de Mérida, donde nos encontramos con la posibilidad de visitar su Museo de Arte Visigodo que dispone de más de un millar de piezas, exponiéndose en sus salas y vitrinas unas extraordinarias colecciones de pilastras, canceles, tenantes, capiteles, frisos... abundando en todas ellas un marcado carácter simbólico, a base de racimos de vid, pavos reales...

Después acudiremos a la Concatedral de Santa María para conocer el lugar donde estuvo ubicada la catedral hispano-visigoda emeritense Santa María o Santa Jerusalén, de la que no queda vestigio alguno, así como de su Palacio Episcopal.

En la alcazaba árabe se puede observar en el interior del aljibe y en la entrada un buen ejemplo de reutilización de hermosas pilastras visigodas.

Como mejor ejemplo de construcción rural de época hispano-visigoda en Extremadura se encuentra la basílica de Santa Lucía en Alcuéscar, localidad a mitad de camino entre Cáceres y Mérida. Esta basílica se encuentra en un bello paraje entre encinares, naranjos y alcornocales y fue parte de un monasterio, y aún conserva buena parte de su estructura original.

Además, si desea conocer los mejores mejores vestigios de la época visigoda será de obligada visita los Museos Arqueológicos Provinciales de Badajoz y Cáceres.