Alrededor de un centenar de personas y agrupaciones que defienden, cultivan y consumen variedades tradicionales participaron en el IV Encuentro Extremeño por la Biodiversidad Agraria, que se celebró en Monesterio durante los días 26 y 27 de septiembre.

La Red Extremeña de Semillas, organización promotora de esta actividad, ha pretendido propiciar un espacio de convivencia, intercambio e información, entre quienes defienden el valor de las variedades antiguas de semillas; simientes que en muchos casos están al filo de su desaparición, para cuya recuperación se hacen necesarias actividades como esta, donde prevalece el debate sobre la agrobiodiversidad, pero sobre todo el intercambio de semillas. Julián Pérez, representante de Zahoz, (Centro de Conservación de la Etnobotánica y la Agrobiodiversidad de la Sierras de Béjar y Francia), explica que se estima la pérdida de un 75% de la biodiversidad cultivada en el siglo XX, debido, entre otras cuestiones, a un modelo agroindustrial que fomenta la uniformidad de paisajes, especies y variedades. En este sentido, manifiesta Pérez, "son fundamentales encuentros como este", para que la gente "conozca, vea, cultive y consuma las variedades tradicionales, mantenedoras de la biodiversidad".

PARTICIPACION Los participantes de esta actividad conocieron de primera mano las experiencias que desde diferentes colectivos se vienen realizando en esta materia. Así, se presentaron experiencias y cultivos de diferentes comarcas extremeñas, algunas tan lejanas de este territorio como Sierra de Gata, las huertas moriscas de Hornachos, las Villuercas, y otras, de hortelanos de Tentudía, quienes participaron en una mesa redonda, posterior a la proyección del documental titulado Hortelanos, la sabiduría que nos alimenta , obra de Lolo Vasco y Jordi Macías.

ACTIVIDADES Tras la presentación de las jornadas se desarrolló una mea redonda sobre variedades locales de Extremadura así como talleres de semilleros y de extracción de semillas. Además, durante todo el día los visitantes pudieron disfrutar de mercado campesino y de artesanía, espacios con información básica sobre biodiversidad, una exposición sobre cultivos, e incluso una comida a precios muy populares, a base de productos ecológicos, acompañada con cerveza y vinos artesanos de Extremadura.

Para los más pequeños se programaron actividades infantiles, mientras que para los interesados en conocer Bien de Interés Cultural La Cabra, de conservación y recuperación de una antigua huerta y cocedero de altramuces, se dispuso una visita a este enclave. Además también se ofertaron visitas al Museo del Jamón de Monesterio.

La organización contó con la colaboración del Ayuntamiento de la localidad, la Huerta El Cocedero, la asociación Cúriga Ecologistas en Acción Monesterio y Extremadura Sana.