La Comunidad de Extremadura inició el año con 1.091.591 personas, 4.830 menos (-0,44%) que las 1.096.421 que contabilizaba un año antes, según los datos de la Estadística de Migraciones correspondiente al 2014 difundida ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta caída de la población se debe sobre todo a la pérdida de 2.404 habitantes por migración entre comunidades autónomas. Además, Extremadura perdió 1.667 habitantes por saldo vegetativo negativo (nacimientos menos defunciones) y otros 759 por la migración al extranjero. Extremadura fue la cuarta región con mayor saldo migratorio negativo entre comunidades autónomas y la novena con el extranjero.

DATOS NACIONALES En cuanto a los datos nacionales, un total de 78.785 españoles abandonaron España a lo largo del 2014, año en el que la población española se redujo en 72.335 personas, lo que supuso la tercera caída poblacional consecutiva y que el total de habitantes se situase en casi 46,44 millones. Así, la población residente en España se situó, a 1 de enero del 2015, en 46.439.864 habitantes, es decir un 0,16% y 72.335 personas menos que a comienzos del 2014, datos que reflejan una moderación en el descenso poblacional iniciado en el 2013, primer año en el que se registró una caída desde que existen datos anuales (1971). El descenso de habitantes en España es consecuencia de un saldo migratorio negativo de 102.309 personas, es decir, la diferencia entre las 409.343 que optaron por abandonar España y las 307.035 que llegaron, y de un saldo vegetativo (426.042 nacimientos menos 396.068 defunciones) positivo de 29.974 personas.

Doce comunidades autónomas perdieron población en el 2014, un descenso generalizado que afectó de forma más significativa a Asturias y a las dos Castillas, en tanto que las islas Baleares y Canarias ganaron de nuevo habitantes y Andalucía volvió a valores positivos. De acuerdo a los datos del INE, Asturias perdió 9.221 habitantes, un 0,87% de su población, en buena medida por el decrecimiento vegetativo (hubo 6.000 defunciones más que fallecimientos).

Un fenómeno parecido al experimentado en Castilla y León, donde hay 17.000 habitantes menos que un año antes, aunque en este caso al saldo vegetativo se le añade el problema migratorio, con un saldo negativo de 7.000 vecinos, la mayor parte hacia otras comunidades.

Ese problema es aún mayor en Castilla-La Mancha, que perdió por migraciones 12.000 personas, sobre todo por traslados a otras autonomías españolas.

Baleares (0,8%) y Canarias (0,7%), por contra, lideraron el aumento de población en España a lo largo del 2014.