La niña bonita del Contempopránea despide sus cuatro manos sin perder un ápice de forma. La segunda cita en Alburquerque cierra redonda --como las dos décadas que celebra-- encima del escenario y fuera de él.

Ni una pierna rota ni un amago del bajo previo al directo pudo evitar que los Neleonard dieran el sí quiero a la ladera. Y con creces. Quien quiera que diga que lo breve si bueno, doblemente bueno, no habría dicho que no a un par de temas más de los catalanes. Y para arte sobre arte, el directo inédito y exclusivo de Nosoträsh con un recital delicioso de popemas y una versión azucarada de La Habitación Roja. La misma garra y el mismo peinado inconfudible --es imprudente no hacer mención-- se subió tras ellas. Cooper demostró forma envidiable y cercana como cada vez que reparten temas a la sombra del castillo.

Y tras el momento más peinado ---salvando a Angel Stanich---de la jornada, llegó la hora de desenvolver los regalos. El primero de la noche fue para la fidelidad a la ladera. Durante más de una quincena de veranos, los tres elegidos que han marcado más veces en su calendario la fecha para el festival, los tres más fieles a la cita contempopránea recibieron su recompensa. Por ese motivo, fueron los encargados de comer el primer trozo de la tarta. Visiblemente emocionado, Agustín Fuentes no desaprovechó su oportunidad para reconocer a los seguidores de su hijo musical su entrega y sus veranos al sol de Alburquerque.

Fue entonces, cuando alrededor de la medianoche se desveló la sorpresa. La habitación roja, grupo homenajeado por las bandas del festival --y demás formaciones extremeñas-- dejó a los admiradores del festival una demostración de fuerza digna de sus dos décadas. Los valencianos, al igual que el Contempopránea cumplen veinte pero demostraron que tienen cuerda para tiempo. A coro, la ladera se sumó al momento de la noche y dispuso a voz en grito los temas más característicos de la formación que lidera con más años pero no por ello menos ganas Jorge Martí. En apenas tres temas los valencianos devoraron al público literalmente cuando el vocalista se bajó de la plataforma y con micrófono en mano, coreó entre el público.

Tras el regalo de cumpleaños para los primeros y los segundos, Supersubmarina, con escenografía propia y proyecciones con doble ese consiguieron el efecto de atracción. Aunque afeitado, Chino puso en pie durante algo más de una hora a una ladera con ganas de bailar. Reencuentros para unos y despedidas para otros tantos. Deneuve aprovecharon el festival para romper sus lazos con la música y poner fin al grupo. Eso sí, después de un directo en el que demostraron que un violín y un bajo arrebatador pueden empastar a la perfección.

Bien entrada la madrugada, salió a escena el náufrago ácido. Angel Stanich, con una melena con la que tenía que adivinar acordes, sacó pecho y metralleta vocal y arrancó unos pasos generosos a una multitud, tímida, que comenzaba a retirarse. Eso sí, sin versión de regalo para la banda de Martí. Fueron los de Elefant los que bajaron la bandera de la primera jornada. El confeti musical de Band á part arrebató los gritos de los últimos espectadores que cerraron el viernes --en ese momento ya sábado-- con dj Contempopráneo.

AL AMANECER Si el listón quedó alto el día anterior, no hizo más que subir el sábado con formaciones como los esperados Fresones Rebeldes, Chucho, Mercromina y Los enemigos. Un reencuentro de bandas míticas solo apto para fieles del festival.

Sin miedo, los Súper cadáver subieron los primeros y dieron una lección de frescura. A la hora de cierre de este diario, Los míticos Fresones rebeldes entonaban un Al amanecer más que esperado. Más tarde, el derroche vocal de los Neuman y el turno para la segunda sorpresa del veinte aniversario, el directo de los Surfin bichos. A partir de ese punto fueron desfilando los hijos pródigos del pop --más rock en el caso de Los enemigos-- Chucho y Mercromina. Cerró la tanda Sensacional, la revelación para la organización de Contempopránea que se hizo un hueco en la final del sábado -ya domingo- para ponerle la guinda al pastel.

Y así otro año. Y con este ya van veinte. Habrá que cruzar los dedos para que se cumplan las predicciones de Angel Lamenor en su pregón. Un Contempopránea 2035. Solo la ladera tiene la respuesta.