Técnicos de la Dirección General de Medio Ambiente de la Junta y de la Confederación Hidrográfica del Guadiana han retirado más de 800 patos muertos que han aparecido esta semana en las orillas de los embalses de Sierra Brava y Alcollarín, ambos en la provincia de Cáceres.

En concreto, los técnicos habían retirado hasta ayer 825 patos --principalmente patos cuchara, aunque también hay ánades reales, cercetas y otras aves acuáticas como somormujos, según SEO/Birdlife-- pero aún quedan algunos ejemplares muertos por retirar, según confirman desde la Consejería de Medio Ambiente. Todas estas aves han sido trasladadas al Centro de Recuperación de Fauna de Sierra de Fuentes, dependiente de la Administración regional.

LAS CAUSAS Tras un primer análisis realizado en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura, los expertos descartan que las muertes se hayan producido por elementos tóxicos en el agua, por lo que podrían estar relacionadas con algún tipo de enfermedad de las aves acuáticas, puesto que no se han visto afectadas otras especies de estos ecosistemas, como los peces.

Para determinar las causas, Medio Ambiente ha enviado muestras de estas especies al laboratorio especializado de Algete, en la Comunidad de Madrid, cuyos resultados podrían estar listos la próxima semana.

Una vez descartado que se deba a elementos tóxicos y mientras se confirman las causas de estas extrañas muertes, Marcelino Cardiallaguet, el delegado en Extremadura de SEO/Birdlife, la organización que ha dado la voz de alarma, sospecha que podría tratarse de una enfermedad denominada botulismo, que nunca antes se ha dado en Extremadura. Esta patología suele afectar a las aves acuáticas en verano, con unas condiciones climáticas más cálidas.

Desde SEO están pendientes de la posible aparición de más aves muertas en otros embalses, que de momento no se han producido, por lo que si se tratara de un foco de esta enfermedad ya podría haber terminado. Estas aves acuáticas vienen a Extremadura a pasar el invierno y llegan a superar el medio millar de ejemplares en esta época. "Extremadura es la tercera zona del país preferida por las aves acuáticas para invernar --tras Doñana y el Delta del Ebro-- y son un recurso que tenemos que cuidar, por eso es importante conocer las causas de estas muertes y tomar medidas para que no se repitan", apunta Cardiallaguet.