"No hay que alterarse si se te olvidan las llaves con cierta frecuencia, porque lo que no recuerda un enfermo de alzhéimer es el contexto de esas llaves", expresa Ana Belén Carrasco, trabajadora social de la Federación de Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de Extremadura. "La patología afecta a cada persona de una manera distinta pero siempre se sigue una misma línea: el deterioro progresivo de las capacidades cognitivas", añade.

Robar dinero, acumular bolígrafos o mecheros, abrir el mismo cajón una y otra vez y mirar en su interior con sorpresa los mismos objetos que siempre están ahí, olvidar nombres y caras, confundir a unas personas con otras y salir de casa sin rumbo y acabar perdido son algunos de los síntomas que identifican a estos pacientes. También, una gratitud infinita a las muestras de cariño así como ataques de agresividad.

El alzhéimer tiene tres fases: inicial, media y avanzada. "El paciente puede vivir entre 8 y 20 años", indica la presidenta de Afaex, María del Carmen Expósito.

Desde la Federación Extremeña ponen en duda los datos de la Junta sobre el número de afectados en la región (unos 21.300) por dos motivos fundamentales: no hay un trámite ágil para la puesta en común de las cifras y hay muchas familias que no exteriorizan, que no hablan de la enfermedad que están padeciendo.

REIVINDICACIONES La federación quiere aprovechar la celebración del día mundial el próximo 21 de septiembre para recordar a las administraciones que tanto Mérida como Badajoz están a la espera para la construcción de un centro de día que pueda asistir a más pacientes que lo necesitan.

Diferentes puntos de la región acogerán a lo largo de la próxima semana numerosas actividades que tendrán un mismo fin: concienciar sobre lo fundamental que es disponer de recursos para afrontar el alzhéimer y reivindicar la figura del cuidador-familiar, ese gran olvidado.