«No todos los profesionales están sensibilizados con esta realidad, y eso lo teníamos muy claro cuando empezamos con este programa hace ya casi cuatro años. Por eso, a través del protocolo extremeño, hicimos una propuesta de algunos que, bajo nuestro criterio, lo hacían muy bien. Contamos con una selección de profesionales que son nuestra referencia y ofrecemos ayuda a quien quiera iniciar el proceso, para que no se encuentre con muros en el camino», manifiesta Hugo Alonso, coodinador en la comunidad extremeña del Área Transexual de la Fundación Triángulo, la entidad que se encarga de defender los derechos y la igualdad social del colectivo LGBTI (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales).

Actualmente, ofrecen acompañamiento a más de 30 menores ‘trans’ de la región. «Si sumamos los adultos son un total de 76 ahora mismo. Esa es la cifra que tenemos registrada, pero habrá más, porque no todos acuden a Triángulo y no hay ningún estudio reciente que analice este realidad en Extremadura», añade Alonso.

Desde esta Fundación hacen balance de los pasos que se han dado en positivo en Extremadura y las batallas que aún quedan pendientes: «Tenemos personas transexuales en pueblos muy pequeños que no han encontrado ningún rechazo y han sabido buscar su sitio y defenderlo», resalta Alonso.

También destaca que la ley LGTB aprobada en marzo de 2015 en la Asamblea extremeña obliga, entre otros asuntos, a que la comunidad educativa trate a los alumnos con la identidad sexual que les corresponde sin necesidad de que exista una certificación oficial. En este sentido, se llevan a cabo diversas actividades en los centros con «buenos resultados». «Los niños no tienen la mochila cultural, los prejuicios, con los que los adultos cargamos, lo ven todo de una manera mucho más natural».

LA DESPATOLOGIZACIÓN / Pero todavía queda mucho por hacer, por ejemplo, «que, al igual que recientemente ha ocurrido en Cataluña, sea despatologiza la transexualidad, puesto que ahora mismo es preciso un mal llamado diagnóstico de un psicólogo (no se trata de una enfermedad, ni de un trastorno del comportamiento, ni de un trastorno mental) para que la Seguridad Social pueda iniciar la atención. De esa manera el SES actuaría sólo de acompañamiento».

El uso de un lenguaje apropiado es otro de los aspectos en los que trabajan desde Fundación Triángulo: «No hay que olvidar que a las personas transexuales se las identificaba antes con la marginación, ahora, en el siglo XXI, estamos asistiendo a una revolución en ese sentido, y se está mostrando una realidad que es una condición natural más, que la neurociencia explica perfectamente, pero que se ha ocultado porque era un hecho vergonzante».

«Lo que debemos tener claro --prosiguen desde Triángulo-- es que existen mujeres con pene y hombres con vulva. Y esa es la realidad». H