Superado el ecuador de la legislatura, Guillermo Fernández Vara opta por una remodelación de su Ejecutivo para reforzar la acción de gobierno. Nombrará vicepresidenta a la consejera de Hacienda y Administración Pública, Pilar Blanco-Morales, que sigue manteniendo sus competencias en esta cartera, y crea una nueva Consejería de Cultura e Igualdad donde pondrá al frente a Leire Iglesias. La exdiputada cacereña tomará hoy posesión del cargo a primera hora y después participará en la reunión semanal del Consejo de Gobierno.

Fernández Vara anunció el nuevo organigrama en una rueda de prensa convocada por sorpresa ayer por la tarde. Él mismo reconoció que «desde hace un año y pico» se venía hablando ya de posibles cambios en el Consejo de Gobierno (sobre todo por las críticas de la oposición), unos cambios que finalmente ha realizado «cuando creía que los tenía y que hacer» y cuando considera que «se está en la necesidad de que así sea».

Respecto al nombramiento de Blanco-Morales como vicepresidenta, Fernández Vara explicó que quiere «reforzar» su papel como coordinadora dentro del Ejecutivo y dotarla del «máximo nivel político», ya que será la encargada de negociar el nuevo modelo de financiación autonómica y también la reforma constitucional pactada por PP y PSOE a nivel nacional. Una decisión, por tanto, que tiene que ver «con los tiempos que vienen por delante, que van a tener una trascendencia para la región muy significativa porque se juega gran parte de su futuro».

Sobre la creación de la nueva Consejería de Cultura e Igualdad, reconoció que era necesaria para reforzar la acción de gobierno, máxime después de que su decisión de incluir las competencias de Cultura en Presidencia para «poner en valor» este área «no haya sido suficientemente entendida» por el sector en la región. Así, como «en la vida hay que saber escuchar», ha tomado la decisión de crear un departamento específico para esta materia con Leire Iglesias al frente. Con una amplia experiencia y participación en la política regional y estatal, Fernández Vara defendió que la exdiputada del Congreso por Cáceres tiene «un perfil absolutamente idóneo» para desempeñar el cargo. De esta forma, el organigrama de la Junta pasará de tener cinco a seis consejerías, sin que ello vaya a suponer «ningún exceso para nada» porque se seguirá haciendo una «extremada contención» del gasto público.

La nueva consejera asumirá las competencias de Juventud y deportes (hasta ahora integradas en Educación y Empleo) y también las de Igualdad de Género, un área en la que según Fernández Vara «queda mucho camino por recorrer» y que va a seguir siendo una de sus prioridades políticas. La liberación de competencias en Presidencia (solo mantendrá Acción Exterior y Cooperación al Desarrollo) permitirán además que la portavoz de la Junta, Isabel Gil Rosiña, pueda a partir de ahora «centrar toda su energía» en las relaciones institucionales y la comunicación.

EDUCACIÓN Y EMPLEO, unidos / A pesar de las críticas que los grupos de la oposición han venido vertiendo durante meses, el presidente descartó la fragmentación de la Consejería de Economía y Empleo, ahora bajo el mando de Esther Gutiérrez, o dividir la Consejería Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio debido a la acumulación de competencias que ostenta Begoña García Bernal en este área. Al respecto, el líder del Ejecutivo regional dijo que sigue pensando que esas decisiones que tomó en el 2015 fueron muy acertadas y se ratificó en ellas.

«Si el principal problema de la región es el paro y su principal solución la formación, es mejor tener juntas ambas competencias en una consejería, al igual que Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio. Es absolutamente imposible separar la agricultura del medio rural, del medio ambiente, del territorio, de las políticas locales», insistió.

Abundando en esta polémica, las primeras reacciones a la remodelación del gobierno no se hicieron esperar. Para el PP, los cambios llegan «tarde y mal», además de ser insuficientes. Su portavoz, Gema Cortés, recordó en declaraciones a Efe que ya en varias ocasiones habían pedido a Fernández Vara una remodelación de su Ejecutivo «porque no funciona» y ahora, con estos cambios, entiende que el presidente «da la legislatura por perdida». A su juicio, se necesitaba una remodelación mucho más amplia, ya que lo que ha hecho Fernández Vara ha sido quitarse las competencias que tenía en Presiencia y la coordinación del gobierno, «por lo que la única lectura es que solo ha fallado él». Gema Cortés reiteró que si el presidente cree que su gobierno solo necesita una Consejería de Cultura y nombrar una vicepresidenta, es que no tiene proyecto para la región.

En la misma línea, la portavoz de Podemos, Marta Bastos, calificó de «poco ambiciosa y continuista» la remodelación y se mostró «decepcionada» porque Empleo no tenga consejería propia. Asimismo, Bastos apuntó que no sirve de nada crear una Consejería de Cultura si no se le dota presupuestariamente y consideró un error sacar las competencias de Igualdad de la Presidencia, ya que esta es una política que hay que afrontar de forma transversal.

Por último, la portavoz de Ciudadanos en la Asamblea, Victoria Domínguez, afirmó que los cambios «son más un lavado de cara que una remodelación de gobierno», ya que en absoluto modifican o desdoblan en aras de una mayor operatividad en la gestión.

Y fuera ya del ámbito político, también la organización agraria Apag Extremadura Asaja mostró su decepción porque no se haya creado una consejería específica para Agricultura.