El alcalde de Monesterio, Antonio Garrote, ha mostrado su satisfacción ante el anuncio del plan de regeneración de la zona de Aguablanca. Desde que hace casi dos años se anunciara el cierre de la explotación minera de Aguablanca, Monesterio "ha sufrido en primera persona" el impacto negativo que para "la economía local, el empleo, e incluso la pérdida la población", ha supuesto la paralización de este yacimiento.

La desaparición de casi 400 empleos ha supuesto, enfatiza el alcalde, un "impacto económico superior a los veinte millones de euros anuales"; por lo que volver a esta situación se vislumbra "difícil". Ante esta dificultad, "hemos trabajado en la búsqueda de iniciativas que solucionen esta pérdida de empleo"; que según Garrote, no solamente "afecta a los trabajadores de la mina", ya que el cierre también perjudicó de manera "muy negativa a centenares de trabajadores indirectos".

Iniciativas

La puesta en marcha de este plan, --que comenzará a funcionar a principios del próximo año--, permitirá, según Garrote, "contrataciones directas para los afectados por el cierre", para lo cual se “analizará la situación actual” de estos desempleados. Pero, fundamentalmente, explica Garrote, “favorecerá la creación de empleo, mediante la creación de infraestructuras y de la modernización del polígono industrial, que permita que vengan empresas”. A estas medidas se añaden otras, “no menos importantes”, como la incentivación para el asentamiento industrial, la búsqueda de empresas por parte de Extremadura Avante, y el reciclaje y la formación de desempleados a través de cursos específicos y Escuelas Profesionales.