La recaudación por tributos cedidos gestionados por la Junta de Extremadura durante el 2016 fue de 152,8 millones de euros. Esta cifra supone un 3% de descenso en comparación con el dato del ejercicio anterior, cuando los ingresos fueron de 157,4 millones de euros, conforme a los datos de recaudación definitiva que recientemente ha hecho públicos el Ministerio de Hacienda y Función Pública. Por contra, el conjunto de las regiones del régimen común aumentaron la recaudación por estos tributos un 4,4%, hasta los 11,626,8 millones de euros.

Con 59,2 millones de euros, el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales fue el que supuso unos mayores ingresos para las arcas autonómicas el pasado ejercicio. No obstante, esta exacción, que grava la compraventa de bienes muebles o inmuebles o los arrendamientos, registró un descenso del 9,3% en comparación al año anterior.

A continuación aparece el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, con 42 millones de euros recaudados el año pasado en la región, un 0,6% menos que en el 2015. A finales de octubre pasado, la vicepresidenta y consejera de Hacienda y Administración Pública, Pilar Blanco-Morales, adelantó la intención del Ejecutivo autonómico de bonificar al 99% todas las herencias de padres a hijos, de hijos a padres y entre cónyuges. El impacto estimado de esta medida, se aseguró entonces, sería de unos 5 millones de euros, aproximadamente un 12% de la recaudación anual por este gravamen.

Sí que aumentó, si bien de forma moderada, la recaudación por el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, al que están sujetos los documentos notariales, mercantiles y administrativos. Los ingresos alcanzaron 24,8 millones de euros, un 3,6% más que el año anterior. Algo más crecieron, un 5,9%, las tasas sobre el juego, con unos ingresos totales de algo más de 23 millones de euros.

Por último, en concepto de Impuesto sobre el Patrimonio la administración autonómica percibió cerca de 3,5 millones de euros, un 11,2% menos que el año anterior. Eso a pesar de que el mínimo exento desde el 1 de enero del pasado año bajó desde los 700.000 euros a los 500.000.