El futuro de la central nuclear de Almaraz vuelve a estar en el aire después del año 2023. El Gobierno de Pedro Sánchez sigue empeñado en acabar con la energía nuclear en España al finalizar lo que considera su vida útil: 40 años. Y la primera que debería hacerlo es Almaraz, ya que en el 2023 se cumplen las cuatro décadas de funcionamiento del reactor número uno. En 2024 pasará lo mismo con el segundo reactor. Esos 40 años no son de ‘caducidad’ de la instalación. En energía nuclear se entiende que es el periodo de amortización de la inversión realizada, pero el gobierno socialista la ha tomado como referencia de vida útil a la que, en principio, no podrían adherirse prórrogas.

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, reiteró ayer la voluntad del Gobierno de cerrar el parque nuclear español según vaya alcanzando esos 40 años. Durante su intervención en el Congreso de los Diputados y en respuesta a los grupos parlamentarios, Ribera incidió en que el Gobierno se atiene a la voluntad de cumplir con lo establecido en el programa del PSOE, que es tomar como referencia los 40 años desde el inicio de la explotación comercial de una central.

Para la ministra, una de las cuestiones «más relevantes» en temas nucleares es entender lo que supone el cierre de las centrales analizando el coste financiero, la gestión de materiales peligrosos y de las necesidades tecnológicas, tanto si se trata de un cierre adelantado como de un cierre postergado de las centrales.

Durante su intervención, Ribera denunció que a su llegada al ministerio «no se encontró» con un plan nacional de seguridad de residuos, por lo que se está incumpliendo una obligación europea de seguridad en el tratamiento de los residuos nucleares, y subrayó que, en la actualidad, no se sabe cuántos hay y dónde y cómo se gestionan.

A su juicio es un poco «simplista» pensar que se puede hacer una estimación razonable de los costes que tiene cerrar las centrales y abogó por un escenario donde predomine un análisis más profundo para dar una respuesta coherente al respecto.

Durante las respuesta señaló que el anterior Ejecutivo dejó «más bien poco» excepto algunas disposiciones normativas importantes con un calendario que poco a poco «se nos echa encima».

NO HAY ALTERNATIVAS / Sobre este tema también se pronunció hace unas semanas el presidente de la Junta. Fernández Vara aseguró que no permitirá que se cierre la Almaraz «si no hay una alternativa» a los puestos de trabajo que esta instalación genera en la comarca del Campo Arañuelo.

Vara reconoció que «obviamente algún día cerrará» Almaraz, pero aseguró que «no va a ser ahora», dejando claro que «hay por medio muchos factores que influyen». Sin embargo, la ministra Ribera, que también aludió a analizar todas las variables antes de iniciar el cierre, confirmó que la promesa del PSOE sigue adelante.

El presidente extremeño recordó que la central nuclear de Almaraz tiene unos dueños privados que deben pedir el año que viene para uno de los reactores la correspondiente prórroga a partir de 2023, cuestión que todavía no han confirmado.