Cáceres // En agosto del 2010, unos jóvenes de la ciudad localizaron en la Ribera del Marco un ejemplar de mosquito tigre y lo llevaron al Servicio de Sanidad Vegetal, donde trabajaba Antonio Morcuende, un apasionado de la entomología. «Es el primero que veo en Cáceres», dijo. El hallazgo despertó el interés en Cataluña, que ya entonces sufrían de esa especie. El Servicio de Control de Mosquitos del Bajo Llobregat solicitó al experto cacereño el ejemplar hallado para su análisis.