La nueva Ley 9/2018 de Sociedades Cooperativas de Extremadura va a impulsar la entrada de las mujeres en la toma de decisiones de las sociedades cooperativas de la comunidad autónoma, en tanto que sus órganos de gestión están obligados a tener una representación femenina que al menos se corresponda con el porcentaje de socias con el que cuente el conjunto de la organización.

Así lo señaló ayer el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Extremadura, Ángel Pacheco, en un acto de presentación de dicha ley, que ha sido recientemente publicada en el Diario Oficial de Extremadura (DOE), y que viene a sustituir a la anterior, que data de 1998.

Una ley, la anterior, que era «muy rígida» y que se había quedado «muy obsoleta», y que ha sido sustituida por esta nueva norma que es «flexible» y que modernizará el sector cooperativo extremeño, según indicó Pacheco en declaraciones a los medios de comunicación.

Subrayó que se ha venido trabajando en esta nueva ley los últimos siete años, y que el resultado de la misma ha sido «muy consensuado» por todo el sector cooperativo, desde las agroalimentarias a las de la enseñanza, el transporte, de trabajo social, entre otras.

Una vez publicada, el sector tiene que desarrollarla y trabajar con ella para adentrarse, apostilló, «en el futuro», puesto que se trata de «una ley que se adapta mucho más» a su realidad.

ACOGIDA «ACEPTABLE» / Según explicó, la normativa ha tenido una «acogida bastante aceptable» por parte del sector, si bien al ser «muy consensuada», en la negociación «todas las partes han tenido que ceder un poquito de sus pretensiones», pero «en líneas generales ha quedado una buena ley, una herramienta útil que es muy flexible».

Uno de los primeros pasos que deben tomar las cooperativas es adaptar sus estatutos a la nueva ley, lo que les permitirá ajustarse a su «realidad social».

Entre las novedades que incorpora, facilitará cuestiones tan sencillas como trabajar con la web corporativa o poder hacer comunicaciones y convocatorias telemáticas, algo que anteriormente se veían «imposibilitados» a hacer. También aclara la definición de la actividad cooperativizada para obtener la condición de socio, y favorece la división de sus estructuras en secciones, de modo que pueden llevar una contabilidad independiente, incluso responsabilidades autónomas de otras secciones de la cooperativa.

Pero también destacó que supondrá «un avance en la incorporación de la mujer a los órganos de gestión», que reconoció que actualmente están «muy poco representadas». En concreto, remarcó que «la ley obliga a que al menos el mismo porcentaje de mujeres socias esté representada en los consejos rectores».