Uno de los capítulos del libro La agricultura y la ganadería extremeñas 2017 está dedicado a analizar la evolución del cultivo del nogal, con especial referencia a la que ha seguido en Extremadura en los últimos años. Así, se recoge que la superficie destinada a plantaciones de este árbol —que tiene un doble aprovechamiento: nuez y madera— se ha duplicado con creces en solo un cuatrienio, entre 2013 y 2017, pasando de 752 a 1.646 hectáreas (219% de incremento). Aunque la presencia de este cultivo es mayor en la provincia de Badajoz que en la de Cáceres (867 frente a 779 hectáreas), es en esta última donde se concentra la mayor parte del crecimiento que se ha experimentado en la región, una vez que en el 2013 apenas si había 87 hectáreas, con lo que el auge en este periodo ha sido del 895,4%.

En cuanto a las plantaciones que ya han podido entrar en producción, la tendencia al alza ha sido mucho menos acentuada, con un crecimiento de apenas un 4,8%, de 670 hectáreas a 702, lo que explica que la producción de nueces haya caído ligeramente, de 2.460 toneladas a 2.420 (-1,6%).

«Las principales zonas de producción del nogal son las de regadío de las Vegas del Guadiana (altas, medias y bajas), la zona del Alagón y el Valle del Tiétar, observándose cómo crece en importancia la zona extremeña regada con aguas del pantano de Alqueva», explican los autores del estudio. La dimensión media de las explotaciones es de entre diez y cincuenta hectáreas, si bien existe un elevado porcentaje de las explotaciones que se encuentran por encima de las cien hectáreas.

En cuanto a la recolección del fruto, se explica, esta se lleva a cabo de manera mecanizada, mediante el uso de vibradores que provocan la caída de la nuez. «Una vez recogida se procede a su limpieza, mediante un separador/aventador, eliminando hojas y restos de ramas», se precisa, para pasar posteriormente a la fase de pelado, con la eliminación de la cáscara y lavado. Es secada para evitar que proliferen los hongos, se eliminan las nueces vacías o deterioradas y, por último, se procede a la clasificación en calibradora, previa al envasado.

En el año 2016, el precio medio pagado al productor fue de 3,46 euros por kilo de nuez cascara, lo que significa un 57,13% de incremento en el último decenio. El valor de la producción total de nuez en la región fue de 8,21 millones de euros.