La comunidad sentirá el impacto de que el Gobierno central no haya podido sacar adelante las cuentas y dejará de recibir un dinero que se esperaba como agua de mayo, al menos así lo subrayó ayer el Ejecutivo regional: «El acuerdo de la derecha y los indepes para tumbar los Presupuestos del Estado deja a Extremadura con 150 millones de euros menos de financiación y 400 millones menos para el tren», fue el tuit que lanzó el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, en redes sociales, aunque no especificó más allá de estas escuetas palabras en la red social. También dejó escrito: «¿Dónde estaba el pacto secreto con los independentistas? Algunos que han insultado al presidente (Pedro Sánchez) deberían pedirle perdón».

Por su parte, la vicepresidenta de la Junta, Pilar Blanco-Morales, también lamentó que, a su juicio, mejoras como «la subida de las pensiones, del salario mínimo o el aumento de los fondos para la dependencia tendrán que esperar» tras el rechazo a los Presupuestos Generales del Estado de 2019. «Son medidas que en Extremadura tenían unos beneficiarios que ahora, por la irresponsabilidad de muchos, van a tener que esperar», insistió.

E igualmente puso el foco en el ferrocarril: «Las inversiones de Renfe y de ADIF en la región se verán dificultadas», aseguró. No obstante, dijo que el Ejecutivo regional está comprometido en que estas se lleven a cabo «lo antes y mejor posible».

SUBÍA LA INVERSIÓN / Lo cierto es que el borrador de estas cuentas estatales suponía un aumento de la inversión en Extremadura del 27,5% con respecto a 2018 (contemplaba una inversión real de casi 492 millones), y ese incremento beneficiaba a la infraestructura ferroviaria.

Para la línea de alta velocidad había destinados 335 millones, un 28,3% más que el pasado año (alrededor de 279 millones en la provincia de Cáceres y unos 56 millones en la de Badajoz)

Pero es que, asimismo, la novedad de este año era que el proyecto de ley incluía una considerable partida para la red convencional, destinada a mejoras, mantenimiento, reparaciones o actuaciones en estaciones y pasos a nivel, entre otros aspectos. En total, entre ADIF y Renfe Operadora iban a superan los 48,3 millones de euros (35 de ellos en la línea entre Mérida y Puertollano), frente a los menos de siete millones que sumaban ambas entidades el año pasado.

¿SE CUMPLIRÁN LOS PLAZOS? / Ante esta realidad, la cuestión es si realmente este cambio de maniobra afectará al cumplimiento de las fechas prometidas para el trayecto Badajoz-Plasencia. El compromiso es que este verano toda la obra de la vía esté lista y que la electrificación llegue en 2020. Los trabajos en la línea ya se han terminado en más de un 80% de los tramos y se han empezado a dar los primeros pasos para que funcionen las subestaciones eléctricas y para que se empiecen a instalar las catenarias (los cables aéreos de alimentación que transmiten energía eléctrica a las locomotoras).

Pero surge la duda de si se producirá un parón por falta de presupuestos o si el dinero que aún queda por invertir sí está asegurado.