Aunque entre fotovoltaica y biomasa acaparan el 90% de las peticiones de subvención para instalaciones de renovables que se tramitan actualmente en Extremadura, hay también otras tecnologías para las que se están gestionando expedientes. En tercer lugar por número de solicitudes presentadas, con más de medio centenar, aparece la aerotermia, un sistema aún no muy conocido por el público en general pero que está ganando peso frente a los equipamientos habituales de calefacción o aire acondicionado.

La aerotermia es una tecnología que saca provecho de la energía contenida en el aire exterior de un inmueble —incluso aunque este se encuentre a temperaturas bajo cero— con el objeto de utilizarla posteriormente para climatizar su interior (ya sea mediante calefacción o refrigeración). También permite obtener agua caliente sanitaria.

«Es el sistema más eficiente que se está instalando ahora mismo para climatizar cualquier vivienda», sostiene Luis Manuel Hernández, gerente de LHD Instalaciones. Esta empresas con sede en Villafranca de los Barros ha efectuado 35 instalaciones de este tipo desde 2015, aunque es ahora, señala su responsable, cuando de verdad está comenzando a introducirse tanto en el ámbito privado como en los edificios públicos.

«El ahorro está en que por cada kilovatio de electricidad que consume la máquina, nos da cuatro de energía», argumenta. Por contra, otros equipos como las calderas que funcionan mediante gasoil, ‘pellets’ o gas, deben gastar la totalidad de lo que luego aportan. La instalación de aerotermia puede completarse con autoconsumo fotovoltaico, lo que la hace ya completamente independiente de la red eléctrica

El coste de instalación es superior al que supone una calefacción tradicional —cuesta «unos 12.000 euros para una casa de unos 150 metros cuadrados», calcula—, pero este sobrecoste «se amortiza en 3 o 4 años», señala Hernández, que apunta también que el mantenimiento que necesitan una vez puestas en marcha es prácticamente «nulo».

Clima poco húmedo

Ahorro aparte, este técnico resalta que «el confort que nos da el sistema este no nos lo da ningún otro». En este sentido, esgrime además que en Extremadura se cuenta con la ventaja de que hay «un clima muy seco, con muy poca humedad», lo que a la hora de refrigerar permite crear un ambiente especialmente agradable en el interior, similar al que tienes «al entrar en una iglesia» en verano.

Lo habitual con este sistema es trabajar con suelos radiantes-refrescantes. También hay usuarios que, al no tratarse de una obra nueva, optan por «sustituir las calderas de gasóleo por la bomba de aerotermia» y emplear radiadores, «si bien en este caso no tenemos la refrigeración en verano», precisa.