Cientos de trabajadores de la Central Nuclear de Almaraz —unos quinientos, según los cálculos del comité de empresa— se concentraron ayer a las puertas de la instalación para demandar una prórroga de la actividad productiva de la planta de al menos diez años a partir de cuando expira la actual licencia de explotación, en el 2020. Se trata de la primera de las concentraciones que se ha previsto realizar todos los martes y jueves, de 14.45 a 15.30 horas, hasta el próximo 28 de marzo, tres días antes de que acabe el plazo para solicitar la renovación del permiso.

«Todo lo que sean menos de diez años es un fracaso para Almaraz, para la comarca del Campo Arañuelo y para Extremadura», incidió ayer César Vizcaíno, presidente del comité de empresa de la central, que informó que los representantes de los trabajadores han sido convocados a una reunión el 7 de marzo en Madrid por las empresas propietarias de la instalación (Iberdrola, Endesa y Naturgy), que también mantendrán un encuentro con el equipo de gobierno almaraceño.

En relación al Plan Integrado de Energía y Clima (PIEC), aprobado por el Consejo de Ministros el pasado viernes y que contempla la salida de la energía nuclear del sistema eléctrico español entre 2025 y 2035, Vizcaíno criticó que más allá de ese horizonte se mantengan los ciclos combinados de gas, que son contaminantes de CO2, mientras que se prescinde de las nucleares que «producen cero emisiones». «No entendemos como puede quedar una energía que no es limpia, que está produciendo gases de efecto invernadero y que además es la que está haciendo que ahora mismo la luz sea más cara. No nos entra en la cabeza», adujo.

Vizcaíno también confirmó la convocatoria, junto con la plataforma ciudadana Vida —creada a finales del pasado año en defensa del Campo Arañuelo y de la continuidad de la central—, de una marcha que tendrá lugar a las seis de la tarde del día 11 de marzo entre la Central Nuclear y el Ayuntamiento de Almaraz, donde se leerá un manifiesto.

Por su parte, el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, remarcó ayer que no va a permitir «en su día» el cierre de la planta cacereña si no hay «alternativas claras» que generen no ya el mismo empleo «sino más». Vara aseguró que le parecen «bien» las reclamaciones de los trabajadores, y que incluso las apoya y las comprende «perfectamente».

En cualquier caso, recordó que no se ha producido lo que los peores augurios anunciaban, «primero que se iba a cerrar en el 2020, después que se iba a cerrar en el 2023», al tiempo que destacó que sea cual sea finalmente la fecha de clausura, se cuentan «como mínimo» con nueve o diez años por delante para trabajar y que se tienen que aprovechar. «Ya veremos luego lo que ocurre, porque de aquí a allí pueden ocurrir muchas cosas», esgrimió el presidente extremeño, quien incidió en la necesidad de trabajar para que se establezcan empresas e industrias en la zona, como las dos primeras en implantarse, la semana pasada, en Expacio Navalmoral, y tras las cuales «vendrán otras en los próximos meses». En este sentido, señaló que en la nueva convocatoria de los incentivos agroindustriales la comarca de Campo Arañuelo «va a llevar más puntos que las demás» en lo que a establecimientos de industrias del sector agroalimentario se refiere.

MOCIÓN EN EL SENADO/ Por otro lado, la Comisión para la Transición Ecológica del Senado instó ayer al Gobierno central a rechazar el cierre de la central de Almaraz con los votos de PP, el rechazo de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, y la abstención del resto de los grupos parlamentarios.

La iniciativa fue defendida por el senador extremeño del PP Diego Sánchez Duque, y en ella se conmina al Ejecutivo a que la instalación se mantenga activa mientras cumpla las condiciones técnicas y de seguridad exigidas; a autorizar la prórroga de la vida útil de la central y, una vez autorizada, poner en marcha un plan alternativo de desarrollo económico y social que genere, al menos, el mismo nivel económico y de empleo que se crea hoy día.

«Los anuncios del Gobierno, nacional y regional, de cerrar centrales nucleares continúan generando intranquilidad en la población, que ve desaparecer una fuente de riqueza y creación de empleo», aseveró Sánchez Duque a través de un comunicado.