El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, descartó ayer adelantar las alecciones autonómicas al igual que ha hecho la Comunidad Valenciana porque el Estatuto extremeño «no lo permite» en el último año de legislatura. «Ellos sí lo pueden hacer porque su Estatuto lo contempla, pero nosotros no», afirmó Fernández Vara a preguntas de los medios en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.

El jefe del Ejecutivo mostró su respeto a la decisión del valenciano Ximo Puig (también socialista), que ha decidido adelantar las elecciones autonómicas al 28 de abril para que coincidan con las generales, una decisión sobre la que no tiene «nada que decir». Fernández Vara recordó que los presidentes solo tienen dos competencias suyas «exclusivas», que son formar gobierno y disolver las cámaras, y «si el presidente Puig lo decide ahora, pues encantado de la vida de que así sea», aseguró. Fernández Vara explicó además que este escenario no se contempla en Extremadura ya que nuestro Estatuto de Autonomía no permite adelantar las elecciones en el último año de legislatura (según el punto 2 del artículo 27, el decreto de disolución anticipada de la Asamblea de Extremadura «no podrá aprobarse cuando esté en trámite una moción de censura ni antes de que transcurra un año desde la anterior disolución»).

RESPUESTA A MONAGO / Por todo ello, el jefe del Ejecutivo criticó también las declaraciones de José Antonio Monago, que el martes aseguró que el PP extremeño estaría «encantado» y que lo tiene todo preparado por si a Vara «se le ocurre» hacer lo mismo que en Valencia. «Él ha sido presidente, debería por lo menos saberse el Estatuto de Autonomía. No podemos, nosotros no podemos convocar elecciones en el último año de legislatura», reiteró.

Al margen de polémicas sobre la fecha de los comicios y preguntado por la decisión del líder nacional de Ciudadanos, Albert Rivera, de no pactar con el PSOE tras las elecciones generales, Fernández Vara insistió en que «bien se haría en no levantar barricadas que impidan el diálogo en el futuro». Frente a ello, abogó por tender «puentes de diálogo» porque tanto Extremadura como España ahora necesitan «más arquitectos que barreneros».