Los retos a medio plazo para la economía extremeña, según el informe publicado por el BBVA, son «exigentes»: el empleo se encontrará todavía 4,5 puntos porcentuales por debajo del nivel de 2008 y la tasa de paro 5,8 puntos porcentuales por encima de su nivel ese año. A ello se suma que la elevada proporción de jóvenes que ni estudian ni trabajan y el significativo nivel de temporalidad implican que la recuperación puede ser «desigual y no inclusiva». Por tanto, el informe destaca que se deben impulsar medidas que reduzcan la vulnerabilidad de la economía extremeña y la española ante los desafíos vigentes.

El economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso, advirtió ayer que entre los riesgos para la economía extremeña están las tensiones comerciales a nivel nacional y el brexit del Reino Unido, aunque el informe considera que el impacto directo en Extremadura sería «reducido». A nivel doméstico, el estudio sostiene que existen dudas sobre la política económica y la mayor incertidumbre de la convocatoria de elecciones anticipadas. Un aumento de la fragmentación podría condicionar las decisiones de la política económica y territorial. Además, el ciclo político «despierta dudas sobre la evolución del gasto público y el cumplimiento de los objetivos de déficit», tanto a nivel nacional como regional.

Cardoso también apuntó, entre los riesgos para economía regional, la situación política de Cataluña y la falta de presupuestos estatales para 2019, que podría tener su repercusión en las ofertas de empleo público. También citó la repercusión de la ralentización del sector turístico a nivel nacional. El economista subrayó el probable incumpliendo del objetivo de déficit a nivel regional en el año 2018, después de cerrar 2017 incumpliéndolo, lo que obligará a realizar el proceso de consolidación en una fase menos favorable del ciclo económico.