Un aparato que puede ayudar a salvar vidas en caso de ataques cardíacos. El objetivo es que llegue a todos los centros educativos de la región el próximo curso para que Extremadura sea una comunidad «cardioprotegida». La Junta y las diputaciones han alcanzado un «principio de acuerdo» para la instalación de desfibriladores en colegios e institutos de pueblos y ciudades. El Consejo de Gobierno aprobó ayer el decreto porque el que se permite el uso de estos sistemas en el ámbito no sanitario, así como impartir la formación necesaria para utilizarlos.

La medida contará con una partida de 100.000 euros y un coste de mantenimiento anual de 6.000, según informó el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara.

La Consejería de Educación y Empleo ha iniciado un sondeo entre los centros para saber cuáles cuentan ya con estos aparatos, puesto que algunos los han adquirido por su cuenta. Una vez se tenga la información, se evaluará a cuántos hay que llevar estos desfibriladores externos automatizados (DEA).

En principio las diputaciones de Cáceres y Badajoz se harán cargo de la colocación de los mismos en los centros de Infantil y Primaria; mientras que la consejería de Educación y Empleo asumirá el coste de instalarlos en los institutos, las escuelas de idiomas, los centros de educación especial y los centros de adultos.

«RECTIFICACIÓN» / Desde el sindicato ANPE se mostraron ayer satisfechos de que «la Junta haya rectificado y dote de desfibriladores a todos los centros escolares de la región». «No era lógico ni ético dar a unos sí y otros no según el número de alumnos, como ya denunciamos en su día», subrayaron.

Esta acción es posible gracias a la aprobación del citado decreto por parte de la consejería de Sanidad y Políticas Sociales. El mismo incluye «la obligación de la disponibilidad de desfibriladores externos automatizados, automáticos y semiautomáticos, en determinados espacios donde coincidan una alta concurrencia de personas y exista la probabilidad de que ocurra una parada cardíaca».

OBLIGACIÓN / En el borrador de la nueva normativa se establecía que estos desfibriladores externos automatizados serían obligatorios en todos los centros educativos que superasen los 700 alumnos así como en los centros de trabajo e instituciones con más de 250 personas.

Pero finalmente, tal y como informan desde Sanidad y Políticas Sociales, en colegios e institutos se ha bajado a un mínimo de 500 alumnos para que la medida se amplíe.