Después de la batalla para que no limitaran su crecimiento, ahora sobra terreno de cultivo. Extremadura podrá ampliar su superficie de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Cava hasta cinco veces más que en el año anterior, o lo que es lo mismo, sumará unas 180 hectáreas a su producción, lo que implica que se ha quedado prácticamente con la mitad de las nuevas plantaciones autorizadas por el Gobierno central. Pero es que además la cifra podría incrementarse si los agricultores de Almendralejo (donde se concentra esta actividad) acuden a la nueva convocatoria con las hectáreas que han sobrado a nivel nacional, tal y como informó ayer el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara.

La última convocatoria fue escasa, la ampliación apenas llegó a las 35 hectáreas, pero en esta ocasión todas las solicitudes han sido atendidas, por lo que se evidencia, tal y como afirma el sector, que había capacidad para crecer. Otra cuestión será cómo funcionará el mercado.

«Lo logrado ya supone una muy buena noticia que cubre las expectativas de la comunidad. Y si ahora pueden ser algunas más pues mucho mejor», subrayó el presidente de la Junta.

En este sentido, desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) comunicaron ayer que se ampliaba el plazo de comunicación de solicitudes de replantación de viñedo, ya que no se ha agotado la superficie máxima que fijó en diciembre, de 377,06 hectáreas.

Hay que recordar que la DOP Cava, según su pliego de condiciones, se extiende por varios términos municipales de las provincias de Álava, Badajoz, Barcelona, Girona, La Rioja, Lleida, Navarra, Tarragona, Valencia y Zaragoza.

«GRAN EMPEÑO» / El portavoz del grupo parlamentario socialista, Valentín García, calificó como una «gran noticia» esta posibilidad de ampliación. Y no dudó en afirmar: «Cuando los socialistas gobiernan en Extremadura y en España, son mucho más sensibles al desarrollo de la región». Además del cava, puso como ejemplo la participación del Ejecutivo central en el proyecto de regadío de Tierra de Barros.

García añadió igualmente que el mayor número de hectáreas permitidas a la región ha sido posible, a su juicio, gracias a dos factores: «la inmensa tarea que realizan los agricultores por mejorar el cultivo y la producción del cava; y el empeño de la Junta, liderado por Guillermo Fernández Vara, con la sensibilidad del Ministerio de Agricultura».

De este modo, se congratuló de esta decisión que permitirá «seguir haciendo cava de calidad y abriendo mercado».

LA opinión CRÍTICA / La visión crítica vino por parte de la Comunidad de Labradores y Ganaderos de Almendralejo, la de mayor representación en esta localidad y asociada a APAG-ASAJA. Considera que la aprobación de estas nuevas 180 hectáreas de viñedo para cava en Extremadura «no sirve prácticamente para nada porque llegan a mediados de marzo». El técnico de la organización agraria, Santiago Prieto, señaló a la agencia Efe que «a estas alturas de año ningún agricultor tiene comprometidas las plantas para poder sembrarlas».

«No es que el agricultor no quiera plantar cava, es que no es sembrar, tienes que preparar, prever con un año y medio o dos años una planta y te exigen un contrato, una fidelidad, por parte del vivero», explicó.

En este sentido, recordó que las nuevas viñas tienen que estar plantadas antes del 31 de julio de este año, para que cuenten en el registro vinícola.

En su opinión, la normativa del Gobierno de aprobar cada año la superficie que se puede incrementar con variedades de cava sólo supone «una incertidumbre para el agricultor».

«El sector en Extremadura lo que demanda es que haya libertad, que no haya restricciones, cualquier tipo de restricción no es positiva», zanjó Prieto.