El Ministerio para la Transición Ecológica ha mediado en el conflicto abierto entre Iberdrola, Endesa y Naturgy por la renovación de la central nuclear de Almaraz para que cumplan con el protocolo que firmaron con Enresa, que marca el calendario para un cierre ordenado del parque nuclear entre 2025 y 2035, según fuentes del sector.

A finales de enero, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ya tuvo que convocar a una reunión a los máximos ejecutivos de las tres grandes eléctricas para abordar el futuro apagón nuclear. En aquella ocasión, la cita fue al máximo nivel, con la ministra y los presidentes de Iberdrola y Naturgy, Ignacio Sánchez Galán y Francisco Reynés, respectivamente, y el consejero delegado de Endesa, José Bogas.

Iberdrola, Endesa y Naturgy han aplazado a este viernes, día 22, la reunión que tenían previsto celebrar ayer por la tarde para tratar de acercar posturas respecto al futuro de la central nuclear de Almaraz de cara a un acuerdo para la solicitud de renovación de la licencia de la planta. Ante la situación de bloqueo existente actualmente para sellar un acuerdo entre las distintas partes y el hecho de que la reunión de ayer jueves estaba condenada a un nuevo desencuentro, las empresas propietarias de la central nuclear han optado por seguir hablando para «consensuar algo» que llevar hoy a la asamblea de la sociedad propietaria de Almaraz. De esta manera, el objetivo del aplazamiento de la reunión sería buscar una solución ‘express’ con la que tratar de cerrar, al menos en parte, el conflicto abierto por el futuro de Almaraz. En este intento de desbloquear la actual situación estaría participando también Enresa, con la que las eléctricas firmaron el protocolo que parecía aclarar la senda a seguir para la continuidad del parque nuclear y su cierre ordenado entre 2025 y 2035, señalan fuentes del sector.

El permiso de conexión de Almaraz caduca en abril de 2020 y el próximo 31 de marzo es la fecha límite marcada en ‘rojo’ para tomar la decisión de pedir la renovación de la central, bajo la amenaza para las energéticas de enfrentarse a una sanción. Desde la firma del protocolo entre las empresas y Enresa, las diferencias entre Iberdrola, Naturgy y Endesa sobre cómo afrontar el futuro de Almaraz no han hecho más que acrecentarse. En la última reunión del pasado martes, Iberdrola y Naturgy plantearon una propuesta flexibilizada que rechaza Endesa, que se niega a firmar cualquier imposición de condiciones no recogidas en el protocolo, que, en su opinión, obliga a cumplir el acuerdo alcanzado para ampliar la vida útil de las centrales. «Ahora mismo todas las posibilidades están abiertas». manifestó ayer el consejero delegado de Endesa, José Bogas.