De centro visitante el año pasado a centro visitado durante este curso. Es el proceso que ha seguido el Colegio Rural Agrupado Zurbarán conformado por las escuelas de Torviscal, Zurbarán y Palazuelo, que suman 160 alumnos en total. El año pasado recibieron un premio Tomás García Verdejo por sus buenas prácticas educativas y este año han decidido mostrar lo que hacen. Y eso son tres proyectos innovadoras con los que quieren ofrecer a los más pequeños de estos tres pueblos de las Vegas Altas, sobre todo, posibilidades. «Aquí hay menos recursos para que los chavales ocupen su tiempo libre e intentamos acercarles herramientas y abrir más sus mentes», cuenta el director del CRA, Santiago Espino. ¿Cómo lo hacen? Han apostado por tres enseñanzas que no vienen en los libros de texto: emprendimiento, hortofruticultura y convivencia. Con el programa Junior Emprende que ofrece la consejería voluntariamente a los centros, este CRA ha creado dos cooperativas. Una de ellas, Junior SaludTorvis, trata de fomentar hábitos saludables entre los vecinos de Torviscal con distintas actividades y empleando la tecnología -es la iniciativa galardonada-; y la otra cooperativa se dedica a elaborar productos con recursos naturales, en concreto este año están utilizando piedras. «Hacen juegos de mesa, artículos decorativos,... Y con todo esto aprenden, además, el funcionamiento de una cooperativa: gestionan sus recursos, se organizan, compran, venden,...». Estos dos negocios se compatibilizan con los tres huertos escolares que tienen en cada una de las escuelas. «Aprenden a preparar la tierra, a plantar, a recolectar, a conocer las plantas... y luego degustamos nuestros propios productos». Y a las lecciones de hortofruticultura se suman también actividades para mejorar la convivencia. «Este año tenemos un proyecto de patios dirigidos y un día a la semana los alumnos de 5º y 6º llevan a cabo juegos voluntarios en los recreos para todos los alumnos. Está dando resultados extraordinarios».